El pasado lunes comenzó la vida política del Frente Amplio (FA), partido que surgió luego de la unión de varias colectividades de izquierda, y que a mediados de julio escogerá a su primera mesa directiva para liderar el proyecto en el que milita el Presidente de la República, Gabriel Boric.
En entrevista con la primera edición de Radioanálisis, la secretaria de contenidos del FA y presidenta de Nodo XIX, Camila Miranda, hizo un repaso histórico de cómo comenzó el surgimiento de este partido, que abarca más de 10 años y que va de la mano con los movimientos sociales, como por ejemplo, las demandas estudiantiles, medioambientales, feministas, contra las administradoras de fondos de pensiones, entre otras.
“Creo que lo que hacen las fuerzas del Frente Amplio de alguna manera es poner sobre la mesa esas dimensiones de los abusos y los problemas que estábamos teniendo. Por tanto, esta nueva fase, siguiendo esa trayectoria, supone no quedarse sólo en la critica, sino que básicamente proyectar la posibilidad de una salida de aquello que está mal, entonces, la nueva etapa del Frente Amplio supone al articularse, construir fuerzas luego de la experiencia de Gobierno y tener más claras el proyecto de cambio para Chile”, explicó.
Así, Miranda destacó que “ese transito es el que sitúa también los desafíos del partido Frente Amplio ya como un todo, como un conjunto que identifica distintas trayectorias“.
Respecto al escenario político actual en que son parte de Gobierno, la presidenta de Nodo XIX señaló que “nos parece, y por eso estamos construyendo partido, que lo que se necesita es articular un proyecto para que esas cosas que nosotros seguimos sosteniendo, que son necesarias de enfrentar, que están en el seno del problema de la desigualdad, tengan un camino. Eso es lo que hoy de alguna forma nos tensiona, supone hacer juicio permanente sobre las posibilidades de los limites de los ejercicios de Gobierno en el cuadro que estamos experimentando y también ha significado que el Frente Amplio tenga sobre la mesa reformas que son coherentes también con su trayectoria, por ejemplo, la condonación del CAE, la discusión del sistema de cuidados, avanzar en una reforma de salud fortaleciendo Fonasa, etc“.
“Me quedo más que con la dimensión de las renuncias que se podrían interpretar, más bien con la dimensión de la necesidad de articular un proyecto para que lo que mucho rato agitamos como problema, tengan un camino de salida. En ese sentido, el cuadro político no genera las mejores condiciones del dialogo transversal (…) Además, teniendo al Presidente de la Republica es un desafío construir un partido que logre plantear su propuestas en si mismo, y no necesariamente ser el amplificador del Gobierno y más bien desde sus propuestas incidir y hacerle planteamientos al Mandatario”, agregó.
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