El Callao sigue siendo víctima de la delincuencia y de la ola de criminalidad. Se trata de una situación alarmante que pone en vilo a los vecinos del primer puerto. Esta vez el escenario fue el distrito de La Perla. Ahí, Eduardo Villar Chihuán, un delincuente que operaba bajo la modalidad de robo de autopartes, venía afectando la propiedad privada de los vecinos de la Calle Turmalinas cuadra 1.
Este malhechor no contó que estaba siendo observado por las cámaras de videovigilancia del serenazgo de La Perla, quien llegó rápidamente a su encuentro y luego de capturarlo con las manos en la masa fue conducido a la comisaría de la zona el pasado 13 de junio. Sin embargo, lejos de purgar condena, fue liberado por el Poder Judicial en menos de 48 horas.
El alcalde de La Perla, Rodolfo Adrianzén, señaló que días después de que Villar Chihuán sea detenido, fue a visitar al sereno que lo había detenido, lo saludó y le amenazó diciéndole "ves, no me fui preso, nos vamos a ver en las calles, cuídate". Además, indicó que el ladrón, que ya tenía 16 denuncias por el robo de autopartes, fue finamente detenido y se encuentra cumpliendo condena en el penal de Sarita Colonia.
Este hecho que causa indignación se repite con frecuencia e imposibilita reducir la ola de delincuencia que azota al primer puerto. Al respecto, el alcalde Adrianzén indicó que en La Perla "es común los robacables, robamedidores, robacelulares, entre otros". Es por ello que destacó el trabajo del serenazgo, quien detiene a los delincuentes y los pone a disposición de la policía.
También pidió que haya un trabajo articulado con el Ministerio del Interior y solicitó al ministro de esa cartera, Juan Santiváñez, que haya más efectivos policiales para La Perla, pues La Perla solamente cuenta con 50 para 70 mil habitantes. Por su parte, durante la gestión de Adrianzén se han implementado 13 camionetas, 20 motocicletas y 50 radios tetra, así como la construcción de nuevas estaciones de videovigilancia.
El último fin de semana, el Callao se volvió a teñir de sangre tras el asesinato de Enrique Aponte Gonzáles, un entrenador de fútbol de menores, quien fue asesinado a balazos en los exteriores del colegio José Olaya, ubicado en la cuadra 7 del jirón Atahualpa, en La Perla. La víctima, de 26 años de edad, había salido del complejo de canchas sintéticas de la institución educativa, el cual había alquilado para entrenar a un equipo juvenil.
Agentes de la comisaría de La Perla, ubicada a solo dos cuadras del lugar del asesinato, acudieron rápidamente a la escena del crimen. Horas después, la investigación fue trasladada al Departamento de Investigación Criminal (Depincri) del Callao, donde se busca esclarecer los motivos del asesinato y encontrar a los responsables.