La derrota que auguraban las encuestas al Partido Conservador británico en las elecciones de este jueves se ha consumado. Los votantes de Reino Unido han concedido una aplastante e histórica victoria a los laboristas de Keir Starmer, que recuperan el poder después de 14 años y ponen fin a una sucesión de gobiernos 'tories' en una etapa de «cambio», tal y como la ha definido el próximo primer ministro. Los laboristas, con XXX escaños, no alcanzaban un resultado de estas dimensiones desde que Tony Blair se alzó con XXX parlmanetarios en XXXX. «La gente en el país se ha pronunciado y está preparada para cambiar, poner fin a la política del postureo y volver a la política como servicio público. ¡Lo hemos logrado! Ahora es el momento de cumplir», ha proclamado Starmer cuando su victoria era ya un hecho consumado. La alegría de los laboristas contrasta con el ánimo en las filas conservadoras, que han logrado XXX escaños, XXX menos que en los comicios anteriores . No ha sido, no obstante, un descalabro de la magnitud que presagiaban algunas encuestas, como la de Savanta para 'The Telegraph', que pronosticaba apenas 53 parlamentarios para los 'tories'. Estas cifras habrían supuesto su peor desempeño desde la Primera Guerra Mundial. Ni siquiera había amanecido cuando el actual primer ministro, Rishi Sunak , ha reconocido la derrota de su formación. «El Partido Laborista ha ganado estas elecciones generales y he llamado a Keir Starmer para felicitarle. Le felicito por su victoria. Hoy el poder cambiará de manos de manera pacífica y ordenada, con buena voluntad de todas partes», ha señalado el líder conservador, que ha conseguido mantener su escaño por la circunscripción de Richmond y Allerton Norte en una noche que ha calificado de «difícil». No puede decir lo mismo la ex primera ministra conservadora Liz Truss , que ha perdido su escaño en la circunscripción de South West Norfolk. Como ella, ocho ministros del actual Gobierno de Sunak también han perdido su asiento en el Parlamento. Algunas de las encuestas preveían una derrota caótica, con buena parte del gabinete de ministros de Sunak sin escaño en Westminster, como la de YouGov. Se han quedado fuera el titular de Defensa, Grant Shapps; el de Justicia, Alex Chalk; el de Energía, Justin Tomlinson; el de Educación, Gillian Keegan; el de Veteranos, Johnny Mercer; la de Cultura, Lucy Frazer; el de Ciencia, Michelle Donelan; el de transporte, Mark Harper, y el ministro prinicipal de Gales, David Davies. Por su parte, Reform UK , liderado por Nigel Farage, ha logrado entrar por primera vez en el Parlamento de Reino Unido tras absorber la mitad del voto del Partido Conservador en la circunscripción de Clacton y conseguir más de 21.000 votos, unas 8.000 papeletas de diferencia respecto a los 'tories'. El arquitecto del Brexit consigue, así, imponerse a las encuestas que lo dejaban fuera de Westminster y evitar su octava derrota consecutiva como candidato parlamentario. El hundimiento de los conservadores ha favorecido ampliamente al Partido Liberal Demócrata, liderado por Ed Davey, que ha superado sus mejores resultados, con XXX escaños . Esta cifra está por encima de los 50 que le otorgaba el análisis de Savanta y Electoral Calculus. Antes de conocer el resultado, muchos 'tories' ya reconocían la derrota. «Parece que los votantes han estado esperando este momento durante mucho tiempo y están decididos a darnos una gran paliza», dijo uno al diario 'The Times', mientras que Michael Gove , ministro de Nivelación, defendió el historial del partido en el Gobierno durante los últimos 14 años. «Sí, algunas cosas salieron mal. Hubo un breve periodo, no entraré en nombres, cuando la gestión económica no fue como debería haber sido. Pero creo que en general es un historial del que podemos estar orgullosos», afirmó en 'Times Radio'. A pesar de las sombrías predicciones, Gove insistió en que el partido debe «luchar» por la victoria hasta el final de la campaña electoral. «Este no es un concurso entre Savanta y YouGov. Es entre Keir Starmer y Rishi Sunak» , dijo, intentando quitar peso a las encuestas. Por su parte, el exlíder conservador Michael Howard instó al partido a «redoblar nuestros esfuerzos» durante las últimas dos semanas de la campaña. «La evidencia sobre la inflación es nueva», dijo, poniendo el énfasis en un punto positivo. Así que, en su opinión, «a medida que aumenta la evidencia de que realmente hemos dado un giro, todavía hay tiempo para persuadir a la gente de que no deben arriesgarse a los impuestos más altos que inevitablemente vendrán con un gobierno laborista». El ministro de Finanzas, Jeremy Hunt , que según los sondeos también sería uno de los que perderían su escaño, admitió que una victoria conservadora en las elecciones del 4 de julio no es «el resultado más probable», pero matizó que «ciertamente podemos hacerlo mucho mejor de lo que sugieren las encuestas y estamos trabajando muy duro para lograrlo». Mientras que Grant Shapps, responsable de Defensa, advirtió sobre los peligros de permitir que haya en los Comunes una «supermayoría» laborista; Mel Stride, de Trabajo y Pensiones, señaló que si las encuestas son correctas, la oposición podría estar en camino de lograr «la mayor mayoría en la historia de este país». Estas elecciones se han producido rodeadas por otras historias paralelas entre bambalinas que han hecho de esta campaña un evento más insólito, si cabe. Por ejemplo, que el director de campaña de los 'tories', Tony Lee , se haya cogido una baja mientras él y su esposa, Laura Saunders , candidata conservadora en Bristol North West, están siendo investigados por la Comisión de Juego. En la misma situación se encuentran Craig Williams , un asesor principal del 'premier', y un oficial de policía que trabaja en el equipo de protección de Sunak, que fue arrestado como parte de una investigación separada sobre apuestas realizadas sobre la fecha de las elecciones. Un portavoz de la comisión indicó que «la Comisión de Juego regula en interés de los consumidores y del público en general» y «actualmente está investigando la posibilidad de delitos relacionados con la fecha de las elecciones ». Si alguien utiliza información confidencial para obtener una ventaja injusta al apostar, esto podría constituir un delito penal según la sección 42 de la Ley de Juego. La semana pasada se conoció que Williams apostó 100 libras sobre el día de la votación tres días antes de que el primer ministro anunciara la fecha. El asesor, que fue diputado conservador por Montgomery hasta que se convocaron las elecciones y ahora se presentaba en la nueva circunscripción de Montgomeryshire y Glyndwr, se disculpó previamente y dijo que cometió un «error de juicio enorme». Sin embargo, cuando la 'BBC' le preguntó si hizo la apuesta basándose en información privilegiada, se negó a responder. El exlíder conservador Iain Duncan Smith fue especialmente crítico en una entrevista con las figuras que están siendo investigadas por supuestas apuestas sobre la fecha de las elecciones, diciendo que «creo que es increíblemente estúpido y venal cuando la gente hace ese tipo de cosas». «Primero, ¿qué diablos están haciendo apostando sobre el resultado de unas elecciones? Se supone que deben luchar por ellas, no prever lo que podría suceder. Y no hacer dinero con eso», aseguró, indignado. «Esto es una vocación» y «tu trabajo es intentar que tu partido vuelva al gobierno, no jugar con ello. Así que eso es inaceptable y lo que les suceda, en mi opinión, no será lo suficientemente duro».
