Hoy en día, la agricultura y la industria son ramas de actividad importantes para el cooperativismo en España. Según lo define el Ministerio de Trabajo y Economía Social, se entiende como cooperativa cualquier "sociedad constituida por personas que se asocian, en régimen de libre adhesión y baja voluntaria, para la realización de actividades empresariales, encaminadas a satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas y sociales, con estructura y funcionamiento democrático".
Entre 2021 y 2023, uno de cada tres cooperativistas trabajaba en la industria, aunque en el conjunto de la población ocupada solo lo hacía una de cada siete personas. Además, el 17% de los cooperativistas se dedicaba al sector primario, una cifra que desciende hasta el 4% en el total de ocupados, mientras que el 32,6% estaba en el sector secundario.
En el análisis publicado por Funcas para conmemorar el Día Internacional de las Cooperativas que se celebra el 6 de julio, llama la atención que la evolución del número de cooperativas activas ha mostrado una notable estabilidad desde el final de la crisis de 2008. Y es que en 2023, había casi 19.000 empresas inscritas como cooperativas en España, lo que representaba el 0,6% de los casi tres millones y medio de empresas activas en el país. Sin embargo, el número de estas sociedades ha disminuido levemente, del 0,7% al 0,6% porque, aunque se mantiene estable, el resto de empresas ha seguido una tendencia ascendente desde 2014.
Las sociedades cooperativas son un tipo de organización que se utiliza sobre todo en las microempresas, ya que el año pasado, solo una de cada cinco cooperativas activas tenía asalariados y el 64% tenía menos de 10 empleados. Si nos fijamos en el empleo total de las cooperativas, las cifras de la Seguridad Social correspondientes a 2020 apuntaban a niveles próximos a los 280.000 trabajadores.
El tipo de empleado que predomina entre los cooperativistas son los varones de origen nacional, según la última Encuesta de Población Activa (EPA). El número de mujeres y trabajadores extranjeros todavía no representa ni la mitad de trabajadores de las cooperativas. En el caso de las mujeres, solo tres de cada diez son miembros de estas sociedades, una proporción menor que en el total de ocupados (46%) y que la del grupo de empresarios sin asalariados (36,2%). Por su parte, la presencia de personas con nacionalidad extranjera o doble nacionalidad es del 6%, una cifra que solo supera a la de los asalariados del sector público (2,6%).
"Las cooperativas son testimonio de la diversidad institucional de las economías de mercado, que pueden albergar formas societarias muy variadas. Se valora particularmente su contribución a la inclusión social, a la generación de sociedades más participativas y cohesionadas, así como a la construcción de un futuro sostenible y más democrático", sentencia el análisis publicado por Funcas.
