En el estudio de la genética humana, la preferencia por escribir con la mano derecha o la mano izquierda ha intrigado a investigadores por décadas, llevándose a preguntar de quién se hereda esta capacidad.
Este rasgo está fundamentalmente ligado a la destreza manual. Sin embargo, revela una complejidad que combina influencias genéticas y ambientales.
La preferencia manual nos lleva a favorecer una mano sobre la otra, es un aspecto intrigante de la naturaleza humana. Este fenómeno se manifiesta en tareas cotidianas como escribir o lanzar una pelota, revela una asombrosa diversidad en nuestra especie.
Según el portal de MedlinePlus, aunque la mayoría de las personas en Occidente son diestras (se calcula entre el 85% y el 90%), existe una minoría significativa de zurdos (10 al 15%).
La preferencia manual, manifestada en actividades como escribir y lanzar, refleja una compleja interacción entre factores genéticos y ambientales (Fuente: Unsplash)
Esta preferencia, que comienza a desarrollarse incluso antes de nuestro nacimiento, muestra la complejidad del cerebro humano.
La interacción entre los hemisferios cerebrales y su control cruzado sobre el cuerpo determina, por ejemplo, que:
Estudios con gemelos han demostrado que la genética heredada juega un papel importante, aunque complejo, en la determinación de si una persona será diestra, zurda o ambidiestra.
Investigaciones continúan explorando cómo la preferencia por una mano dominante se desarrolla y hereda, revelando la complejidad del comportamiento humano (Fuente: Unsplash)
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La influencia de la genética en la determinación del manejo de la mano derecha o izquierda a la hora de hacer las cosas cotidianas de la vida, parece tener gran relación hereditaria:
