Un nadador estadounidense de 76 años entró al Río Sena para celebrar el 4 de julio y probar si el agua se encuentra limpia de cara a los Juegos Olímpicos.
Un nadador estadounidense de 76 años se dio un chapuzón el jueves en el Río Sena en París, con el objetivo de desafiar las aguas turbulentas para celebrar el 4 de julio y destacar los esfuerzos de limpieza del gobierno francés de cara a los Juegos Olímpicos.
Se trata de Joel Stratte McClure, quien nadó por última vez en el Sena en 1976 para una revista, elogió los avances en la limpieza del río, aunque expresó preocupaciones sobre la seguridad del agua.
“Quizás me arrepienta de haber nadado”, dijo McClure antes de ingresar al agua. “Pero, si regreso vivo, será prueba del buen trabajo de limpieza realizado por los franceses”.
Las autoridades regionales confirmaron que la calidad del agua ha mejorado esta semana, aumentando las esperanzas de que el Sena pueda albergar eventos olímpicos de natación.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, inicialmente planeó nadar en el Sena el mes pasado para evaluar su limpieza, pero pospuso el evento debido a las elecciones legislativas anticipadas y las condiciones climáticas adversas.
La natación en aguas abiertas y el triatlón están programados para realizarse cerca del puente Alexandre III durante los Juegos Olímpicos (26 de julio al 11 de agosto) y los Juegos Paralímpicos (28 de agosto al 8 de septiembre).
Aunque se detectaron niveles altos de E. coli la semana pasada, las pruebas recientes muestran mejoras significativas en la calidad del agua, con niveles de contaminación por debajo de los límites seguros establecidos por la Federación Mundial de Triatlón.
Los funcionarios franceses se mantienen optimistas y aseguran que no hay planes alternativos para los eventos de natación en aguas abiertas de los Juegos Olímpicos.
El ayuntamiento de París ha trabajado por varios años para limpiar el río de la sena, el cual se encuentra junto a la torre Eiffel, el cual será sede de las competencias de natación en la disciplina de triatlón y diez kilómetros en aguas abiertas.
A pesar de que Macron prometió que el río estaría listo para no arriesgar la salud de los atletas, desde 1923 está prohibido meterse a nadar.
