La Contraloría de la República determinó perjuicio mayor a S/533.228 por compra de oxígeno a terceros, pese a que podía cubrirse esa demanda con la producción de la planta durante la emergencia sanitaria de la COVID-19.
El Hospital de Emergencias José Casimiro Ulloa (HEJCU) no usó la planta de oxígeno medicinal, pese a su inauguración el 9 de julio del 2021 para la atención de pacientes afectados por la pandemia de la COVID-19, reveló la Contraloría General de la República.
De acuerdo al órgano contralor del Estado, 10 funcionarios y exfuncionarios del hospital de Miraflores no realizaron oportunamente las gestiones destinadas a la utilización de la planta hasta el año 2024, a pesar de que se contaba con la autorización de fabricación y uso por la Digemid desde el 4 de setiembre del 2020 y que está vigente a la fecha.
Estos funcionarios, incluido el titular del hospital Casimiro Ulloa, también tenían conocimiento previo de las consideraciones técnicas establecidas por la Dirección General de Operaciones en Salud (DGOS) del Ministerio de Salud para su instalación, operatividad y funcionamiento, que garanticen la sostenibilidad y funcionamiento constante de la planta de oxígeno.
Incluso esto ocasionó que el HEJCU efectúe compras de oxígeno medicinal a empresas proveedoras privadas, pese a que podía cubrirse esa demanda con la producción de la planta.
El pago a los proveedores asciende a S/533.228 por el abastecimiento de 128 950 272 m³ de oxígeno medicinal entre diciembre de 2022 y enero de 2024, lo que significó un perjuicio económico contra la entidad.
Al respecto, la Contraloría de la República emitió el Informe de Control Específico N.º 028-2024-2-3788-SCE, cuyo período de evaluación fue del 1 de marzo de 2021 al 9 de enero de 2024.
Como parte de la campaña “Salvemos vidas”, liderada por la Municipalidad Distrital de Miraflores, se hizo una donación de una Planta Modular compuesta por 2 generadores de oxígeno medicinal con tecnología Pressure Swing Absorption (PSA) al HEJCU, con un valor ascendente a S/640.000, para atender a los pacientes con COVID-19 y otras afecciones.
Sin embargo, en lo que restó del ejercicio 2021 y el 2022 no se realizaron gestiones y acciones oportunas, diligentes y céleres de parte de los funcionarios y exfuncionarios para poner en funcionamiento la planta, a pesar de haber sido advertidos de dicha situación a través de los servicios de control emitidos por la Contraloría.
Fue así que recién el 16 de diciembre de 2022 se formalizó la aceptación de la donación de la planta de oxígeno, a través de una Resolución Administrativa emitida por el titular de la entidad de ese entonces.
No obstante, pese a que la planta de oxígeno ya era propiedad del hospital y había sido ingresada a su inventario, el director general, 3 jefes de la Oficina de Servicios Generales y Mantenimiento y 3 directores ejecutivos de la Oficina Ejecutiva de Administración del nosocomio, tampoco previeron incluir el servicio de mantenimiento de la planta generadora en el Cuadro Multianual de Necesidades para el 2023 y 2024.
Ello, a pesar de que habían sido advertidos, a través de servicios de control simultáneo efectuados por el Órgano de Control Institucional (OCI) del hospital, de que la planta no venía siendo usada desde el 2021, de la necesidad de mantenimiento preventivo y que la adquisición de oxígeno medicinal venía efectuándose de manera tercerizada sin salvaguardar los intereses de la entidad.
