Novak Djokovic, genio y figura. Encomiable su espíritu de superación para llegar a Wimbledon ni un mes después de operarse la rodilla derecha por un desgarro meniscal que sufrió durante su partido de octavos de final contra el argentino
Francisco Cerúndolo en Roland Garros. Lo acabó ganando, pero ya no se presentó en los cuartos ante el noruego
Casper Ruud.Seguir leyendo...