Joaquín Sabina se despedirá de los escenarios con una última y multitudinaria gira que llevará el nombre de 'Hola y Adiós'. Lo ha comunicado el músico a través de sus redes sociales y en un extenso comunicado en la web oficial de esta tanda de conciertos que comenzará en el próximo mes de febrero 2025 en América y que le llevará durante 11 semanas a recorrer países como México, Estados Unidos, Costa Rica, Colombia, Perú, Chile, Uruguay y Argentina. Tras una breve pausa la gira seguirá su rumbo a España y Europa, hasta su final en el mes de noviembre.
Las fechas, ciudades y venta de entradas no se han dado a conocer, pero ya se ha dicho que se anunciarán este mes de julio para América y en septiembre para las citas en España.
En el comunicado se recuerda cómo la última gira de Sabina fue “la más rotunda de su dilatada carrera, donde la ilusión, profesionalidad y experiencia del maestro de Úbeda vencieron el pulso al vértigo inicial, contagiando alegría y energía a sus músicos, impregnando las interpretaciones de una inusitada y arrebolada sensibilidad y ganándose a un respetable —más de 700.000 personas en casi 60 conciertos por una docena de países a ambos lados del Charco”.
Es por ello que “por la llana cortesía de no abandonar la fiesta sin despedirse, Joaquín Sabina ha decidido subir de nuevo a los escenarios para saludar por última vez antes de bajar el telón. Una gira donde decirnos, donde decirse, HOLA Y ADIÓS”. Una gira en la que anuncian que Sabina brindará “la oportunidad de despedir unas canciones que, aun siendo demasiado jóvenes para la eternidad que les aguarda y que de tan nuestras ya no parecen venir de un cantautor, sino de las fuentes mismas de la tradición popular, resistiendo incólumes el paso de sucesivas generaciones”.
Canciones que “nunca más serán cantadas ante miles de personas por su propio autor, que jubila su faceta de trotamundos guitarra en ristre celebrando su propia supervivencia con este convite de despedida”. “Con todo, como el tahúr que conoce sus cartas y cómo marcarlas, Joaquín adelanta que tras este HOLA Y ADIOS ya no habrá más periplos interminables por recintos multitudinarios, pero se guarda en la manga el as de reaparecer a placer, sea porque las musas le susurren poemas o canciones que merezca la pena compartir, o porque le piquen las ganas de subirse a cualquier entarimado para darse, darnos, un homenaje”.
Definen estos eventos como “un último nocaut emocional de más de dos horas de duración con una veintena larga de temas que son ya plegarias universales del sueño imposible del amor y del querer meterle mano a la vida”. “HOLA Y ADIÓS será la despedida multitudinaria de una garganta que, sin destilar, rezuma impía e impúdica verdad; de un bombín que es sinónimo de golfería dandi y pícara caballerosidad; de una icónica silueta perfilada con humo de cigarrillo y güisqui sin soda. Por supuesto, esa esencia trasnochada jamás dejará de escribir las historias y canciones que siempre le rondarán la mente. El oficio del poeta no piensa jubilarse, tampoco el del creador nocturno”, añaden.