Con cerca de 1,400 bomberos desplegados en la zona, se intensifican los esfuerzos para combatir el siniestro, que ha dejado ocho personas heridas hasta el momento.
Este miércoles 3 de julio, unas 26,000 personas recibieron órdenes de evacuación en el norte de California debido a un incendio voraz y sin control, en medio de una peligrosa ola de calor en el oeste de Estados Unidos.
Desde su inicio el martes, el incendio Thompson ha quemado aproximadamente 14 kilómetros cuadrados, según información oficial.
Para contrarrestar el fuego, los bomberos han rodeado las carreteras para evitar que las llamas arrasen con las viviendas de la zona.
El incendio generó una gran columna de humo que, increíblemente, lograba visualizarse desde el espacio.
Según las autoridades en California, el incendio se extiende principalmente al norte de la comunidad de Oroville, en el condado de Butte, que alberga unos 20,000 residentes.
La ciudad se encuentra a unos 110 kilómetros al norte de Sacramento, la capital de California, y a solo 38 kilómetros de Paradise, una comunidad que fue devastada en 2018 por el mortal incendio Camp, el cual resultó ser el más letal en la historia del estado, cobrándose la vida de unas 85 personas.
El jefe de los bomberos en la localidad, Garrett Sjolund, informó el miércoles que "el condado (Butte) está bajo alerta roja desde anoche y se mantendrá así hasta mañana en la noche".
Una preocupación adicional para las autoridades es la celebración del 4 de julio, el Día de la Independencia de Estados Unidos, durante el cual tradicionalmente se utilizan fuegos artificiales. Debido al avance de las llamas, las festividades han sido canceladas en el condado.
"Esta es una mala temporada de incendios", expresó el sheriff de Butte, Kory Honea. Además, señaló lo siguiente: "Lo último que necesitamos es alguien que compre fuegos artificiales", dijo Honea, quien recordó que la región norte enfrentó cuatro incendios en dos semanas.
Son cerca de 1,400 bomberos que tratan de aplacar las llamas, por tierra con maquinaria pesada y por aire con aviones y helicópteros.
Sjolund mencionó que equipos y personal están siendo desplazados desde otras regiones para reforzar las operaciones.
“Las condiciones que hay en nuestro condado este verano son muy diferentes a las que hemos experimentado los dos últimos veranos. Los combustibles son muy densos. La maleza está seca, y como se puede ver, cualquier viento moverá un incendio muy rápidamente”, comunicó Sjolund.
Al momento, se reportaron ocho personas heridas, entre civiles y militares.
El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró el estado de emergencia, mientras el servicio meteorológico de San Francisco emitió alertas para varias localidades del norte del estado debido a la abrasadora ola de calor que ha llevado el termómetro en algunas regiones a alcanzar los 46 ºC.
"Casi 150 millones de personas están bajo advertencias relacionadas con olas de calor a lo largo y ancho de 21 estados hasta esta tarde", dijo el servicio este miércoles.
