El PSOE está envalentonado después de las sucesivas resoluciones del Tribunal Constitucional (TC) que ponen patas arriba las sentencias emitidas en su día por el Tribunal Supremo (TS) sobre el escándalo de los ERE. Tanto, que los socialistas andaluces preparan ya una operación de rehabilitación de los dirigentes que fueron condenados y que fueron obligados a darse de baja del partido. Algo que podría incluir, llegado el caso, a los expresidentes autonómicos Manuel Chaves y José Antonio Griñán . Los dirigentes que ya están exonerados de culpa por el TC, como la exministra Magdalena Álvarez o la ex número dos de Griñán en su época de consejero de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo , entre muchos otros, serán admitidos de nuevo como afiliados si así lo solicitan, según confirman fuentes de la cúpula de los socialistas andaluces. Esta semana salió de la cárcel el primer condenado del caso, Miguel Ángel Serrano Aguilar, quien fuera director de Idea, la agencia pagadora de los ERE. El líder de los socialistas andaluces y portavoz del PSOE en el Senado, Juan Espadas, puso este miércoles el grito en el cielo, en una convocatoria improvisada ante los medios en Madrid, después de asistir a la presentación del patronato de la Fundación Avanza realizado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. «Se han vulnerado derechos fundamentales, un derecho tan importante como el de la presunción de inocencia», afirmó. Espadas negó que se pudiese hablar ya de un fraude de 680 millones de euros en el caso de las ayudas irregulares, algo a lo que llegó a referirse como un «montaje» que es, dijo, «completamente falso». Según explicó, «esas no son las cantidades que se pudieron defraudar, sencillamente porque ese sistema de ayudas sociolaborales, que apoyó una ley de presupuestos, por tanto, con toda la legalidad vigente, ha beneficiado a muchos trabajadores de empresas en crisis legalmente, porque además el Gobierno del señor Moreno Bonilla siguen pagando esas ayudas y por tanto entendemos que no están prevaricando a sabiendas». Espadas admitió la existencia de «algunos casos» y concluyó que «los hubo, pero no eran 680 millones de euros, y por tanto le pido al Partido Popular que deje de mentir a los españoles con esa cifra». La estrategia de los socialistas para sepultar uno de los casos de corrupción más sonados de su historia pasa también por una ofensiva judicial contra los dirigentes del PP y de Vox, por considerar que están lanzando ataques injustos al PSOE. Creen que se puede actuar por vulneración del honor e incluso por «delitos de odio», como explican fuentes del partido, ante las invectivas por los ERE de los dirigentes de la derecha. El PSOE andaluz, a través de su departamento jurídico, está recopilando información para acudir a los tribunales, pues consideran además que no todas esas afirmaciones de los populares y los del partido de Santiago Abascal estarían amparadas por la inmunidad parlamentaria, ya que se producen también en el ámbito de las redes sociales. El propio Espadas marcó en sus declaraciones del miércoles el camino a seguir cuando afirmó con tono muy indignado que «el Partido Popular no puede hacer lo que está haciendo estos días. No puede seguir llamando ladrones, golfos... a los socialistas en general, al Partido Socialista... yo creo que aquí hace falta poner pie en pared», sentenció. Espadas, como el martes hiciera la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, puso el grito en el cielo por las palabras de Alberto Núñez Feijóo en Onda Cero donde admitió dudas sobre el TC, presidido por un ex fiscal general del Estado como Cándido Conde-Pumpido, y con el ex ministro Juan Carlos Campo entre sus magistrados. «Deslegitimar a los magistrados porque no les dan la razón es lo último que nos quedaba por ver», concluyó.