Ni Mbappé, ni Griezmann, ni Dembélé, tampoco Thuram… ¿Quién es el mejor jugador de Francia en lo que se lleva de Eurocopa, que ya es bastante? Un mediocentro de 168 centímetros que gana 25 millones de euros en Arabia y que hasta allí se fue a solucionar la vida de mucha gente, entre ella sus ocho hermanos, criados por una madre que trabajaba como limpiadora y un padre que recogía basura y chatarra. El fútbol de élite, en el que tanto había ganado ya, podía pasar a un segundo plano, pero le tenía preparada una sorpresa final. N´Golo Kanté, nombrado MVP de Francia en las dos primeras jornadas de la fase de grupos y, en el cómputo global, el mejor de su selección en lo que va de torneo, llevaba sin ir con Francia desde el Mundial de Qatar, hace año y medio, otro de los motivos que le hizo apostar por la aventura de Arabia. Allí, en Yeda, juega desde el pasado verano en el Al Ittihad, el mismo equipo de Benzema. Se fue con 'solo' 32 años, firmando un contrato de cuatro temporadas que le reporta 100 millones netos más otro buen montón de 'kilos' en acuerdos comerciales. Lo hizo tras ocho años de ensueño en la Premier, uno en el Leicester de Ranieri que logró aquella increíble Premier en 2016, y siete en el Chelsea, donde ganó una segunda liga inglesa, además de una Champions y una Europa League, como títulos más importantes. Allí, en Stamford Bridge, también fue nombrado el mejor jugador de la Premier en 2017, a la vez que se hacía dueño del centro del campo de Francia, con quién ganó el Mundial de Rusia en 2018 . Un futbolista de poca altura, que se ha pasado toda su carrera deportiva corriendo, como está haciendo en esta Eurocopa: «El 71% de la tierra está cubierto por agua, el resto por Kanté», escribió el Chelsea en su cuenta de Twitter la noche de la Champions de 2021, ganada en la final al City. Definición magistral. «Le hicimos una prueba de nivel con 10 años, en un campo lleno de barro. Recuerdo verle correr por todas partes, de un lado a otro, sin pensar en sí mismo. No era el típico niño de esa edad que solo quería tener el balón para sí mismo. Ya tenía una noción colectiva del juego muy alta. Era innato, pero también tenía muchas cualidades técnicas», explica a ABC el polaco Piotr Wojtyna , su primer entrenador, en el modesto Suresnes, y desde entonces convertido en ese padre que perdió N'Golo a los 11 años. El problema de Kanté era su altura. En su adolescencia apenas pasaba de los 130 centímetros y por eso le rechazaron en el Centro Nacional de Clairefontaine, y también le dijeron que no Rennes, Sochaux y Lorient. De hecho, no fue hasta 2010, con 19 años, cuando un equipo profesional le dio una oportunidad. Fue el Boulogne, que entonces jugaba en la Ligue 2, pero a Kanté lo contrató para el filial, que competía en la sexta división de Francia. Sus brillantes actuaciones le hicieron fichar por el Caen en 2013 y ahí es donde conoció al brasileño Felipe Saad , uno de sus buenos amigos en el fútbol: «Le invité a mi cumpleaños y vino a mi casa con una caja de bombones y avergonzado. Luego me contó que no sabía qué regalarme porque nunca lo habían invitado a un cumpleaños. Es una persona muy humilde con un corazón muy grande». Y tímida, muy tímida: «Cuando jugaba en Sub-18 del Suresnes no quiso tirar un penalti por timidez. Era un niño muy discreto, que hablaba poco, con uno o dos amigos del equipo, y que estaba un poco en su rincón», explica Wojtyna. Tras su larga y, al final, fructífera etapa en Francia, en 2015 le llegó la oportunidad de su vida: jugar en la Premier. Y en el Leicester de Ranieri, donde explotó a jugadorazo: «En los entrenamientos no paraba de correr, así que le tuve que decir 'oye N'Golo, frena un poco. Frena. No corras detrás de cada balón, ¿ok?'. Y me dijo 'sí, jefe. Vale'. Diez segundos después, me giré y le vi corriendo otra vez y, entonces, le dije 'un día te veré centrar la pelota y rematarla tú mismo con la cabeza'» Ese despliegue físico es el del que también se enamoró Deschamps y a él recurrió para la Eurocopa, a pesar de no haber contado con él desde Qatar. En Francia no entendieron su convocatoria, pero se olvidaron que en 2021 Deschamps pidió el Balón de Oro para Kanté y le señaló como el mejor del mundo en su posición. Tres años después, lo sigue pensando: «Sólo hay que ver lo que hizo ante Austria. En cuanto tuve la certeza de que había recuperado toda su capacidad atlética, le llamé. Tiene inteligencia táctica, capacidad para recuperar balones y proyectarse. Es justo lo que necesitábamos». «Hablamos un par de veces al año y entendí que estaba agotado física y mentalmente de la exigencia de la Premier. Necesitaba otro tipo de reto y sabía que ir allí le podría cerrar las puertas de Francia , pero cuando me enteré de su convocatoria para Francia le dije 'genial, ahora no le hagas daño a los polacos», revela Piotr, que fue Dortmund a ver el Francia-Polonia y, de regalo, se llevó la camiseta de su 'hijo' futbolístico: «Ese día fue el cumpleaños de mi esposa y el treinta aniversario de nuestro matrimonio. Es un regalo que no olvidaré el resto de mi vida. Me sentí conmovido y feliz como un niño» N´Golo Kanté: millonario en Arabia y MVP de Francia en la Eurocopa. La jubilación soñada.