Las okupaciones de inmuebles están a la orden del día. Detectadas por los propios propietarios, con una simple visita o gracias a la instalación de alarmas, o tras el aviso de los vecinos, no hay región de España que se escape de estas prácticas ilegales. Además, la resolución del conflicto no suele ser fácil y acaba habitualmente ante un juez y tras meses de espera y de indignación por quienes ven su propiedad invadida. Aunque el día a día está repleto de noticias sobre nuevas okupaciones, también hay que destacar que de vez en cuando aparecen victorias de los propietarios tras un largo periplo. Ahora ha trascendido, por ejemplo, desde Galicia la historia de Ana , que tras un largo infierno de casi dos años ha podido recuperar la casa que le asaltaron unos okupas. Lo más fuerte de su caso, sin embargo, es lo que ha relatado ahora. Y es que en una entrevista en el programa 'TardeAR' de Telecinco ha relatado lo que se encontró en su piso familiar cuando volvió a entrar allí. «Había animales muertos, basura y heces », ha confesado la mujer, reincidiendo en el impacto que sufrió al ver huesos y pieles de animales esparcidos por su domicilio de toda la vida. Hace seis años, Ana alquiló el piso de 80 metros cuadrados en la que tanto ella como su madre habían nacido a una pareja, que le daba muy buena impresión, pero estos inquilinos empezaron a no pagar el alquiler en octubre de 2022. Meses después, un equipo de abogados le alertó de que tenía una deuda de 2.000 euros por facturas impagadas. En septiembre de 2023, el Seprona pudo acceder a su casa, ubicada en Galicia, y el escenario con el que se encontraron era dantesco. «Yo no pude ni acceder porque al abrir la puerta vino aquel olor...», recuerda ella con ascos. Ahora, hace dos semanas ya vuelve a tener la casa para ella aunque el piso sigue plagado de cajas, papeles y con los muebles desmontados y destrozados. « Había muchísima porquería », rememora ella «Al abrir la puerta vino el olor», incide la propietaria del inmueble en declaraciones a Telecinco, remarcando que « el olor no lo aguantamos si no abrimos ». Por el material y restos encontrados, imaginan que los antiguos inquilinos criaban animales en su interior. Y es que el inmueble estaba destrozado por completo, por lo que Ana lamenta que si quiere arreglar la casa tendrá que tirarla toda al suelo y rehacerla de nuevo, por lo que habrá que invertir allí mucho dinero. Solo para vaciar la suciedad y basura acumulada le han pasado un presupuesto de 6.000 euros , explica.