¿Hay algo que no haga bien el romero? Esta planta tiene un sabor intenso que da sazón a pescados y carnes, pero también se consume como una popular infusión que se toma sola o combinada con otros ingredientes tan variables como canela, clavos de olor, limón o laurel.
Por separado, el té de romero y la infusión de laurel se han consumido durante generaciones para buscar diversos beneficios en el cuerpo, por lo cual no es de extrañarse que las encontremos en la misma taza, aunque no es tan común en bebidas como la manzanilla, la menta o la hierbabuena.
El consejo popular suele recomendar el consumo de laurel con romero para bajar el azúcar en la sangre, ayudar a la digestión, combatir los dolores de las articulaciones, la ansiedad, reforzar el sistema inmunitario y aliviar síntomas del resfriado, ¿pero en verdad funciona? Vamos paso a paso.
El romero (Rosmarinus officinalis) es una planta mediterránea aromática de la misma familia que la menta, el orégano, la melisa y la albahaca, se les llama lamiáceas.
Esta hierba fresca o seca se usa como condimento, ya que tiene un olor muy intenso que va bien con salsas, carnes variadas, ensaladas y hasta se prepara en miel o infusiones de sabor agradable; además, se ha usado por muchos años en la medicina ayurvédica, de la India.
Ahora, el laurel (Laurus nobilis) es también un invitado del Mediterráneo habitual para aromatizar guisados y sopas, pero es más común su consumo en su forma seca, las hojas se retiran antes de servir, ya que su sabor y textura podría no ser muy amigable. Es menos frecuente su consumo en té, aunque en remedios caseros sí aparece.
Ambas plantas tienen una larga historia en las cocinas y en usos curativos para varios padecimientos y coinciden en varias potenciales propiedades.
Sin embargo, como suele suceder con los remedios caseros, no todo lo que se afirma sobre sus usos se ha probado del todo, además de que las infusiones no son investigadas con tanta frecuencia como los extractos, suplementos y otros productos.
Así que podrías ver algunos posibles beneficios, pero no hay garantías.
Estos dos ingredientes son ricos en antioxidantes, compuestos saludables que ayudan a combatir el estrés oxidativo que causa enfermedades crónicas como cáncer, cardiopatías y diabetes de tipo 2. Consumir el té puede ser una buena adición a tus bebidas saludables:
¿Te lo daba tu abuelita? Por separado, ambas plantas tienen propiedades destacadas para beneficiar al sistema digestivo, así que quizá veas buenos resultados.
La Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la UNAM explica que el romero se usa para beneficiar al estómago: es una de las plantas más socorridas en el país para tratar varios trastornos del aparato digestivo como dolor estomacal, indigestión, vesícula biliar (bilis), úlcera, diarrea, gastritis, colitis, gases y para desinflamar el estómago.
Según Healthline, se cree que el romero “favorece la digestión al promover un equilibrio saludable de las bacterias intestinales y reducir la inflamación”, aunque faltan más investigaciones al respecto.
En tanto, el laurel se usa tradicionalmente contra problemas digestivos, flatulencia e hinchazón, según estudios preliminares publicados en el National Center for Biotechnology Information, sus hojas en infusión caliente tienen potencial para ayudar a facilitar la digestión.
USA Today agrega: “Los tés de hierbas se han relacionado con el alivio del estreñimiento, pero no encontramos ningún estudio que mencionara específicamente los tés hechos con hojas de laurel”.
En este universo de posibilidades, ambas plantas coinciden en este efecto:
No se ha comprobado este uso popular de la infusión en ninguno de los dos casos, pero esto es que sabe:
En general, ambos alimentos son saludables y seguros de consumir en cantidades habituales, pero no se recomiendan altas dosis ni beber remedios caseros para padecimientos específicos sin consultar a un especialista. Además, recuerda que ningún té no es un tratamiento médico ni debe retrasar que lo recibas.
Dicho esto, estos son algunos posibles efectos secundarios, en especial se recomienda evitar durante el embarazo, lactancia y para quienes toman medicamentos.
Esta bebida se prepara como cualquier otra infusión: a una taza de agua hirviendo agrega de 3 a 5 hojas de laurel y una cucharadita de hojas sueltas de romero.
Luego de dejar reposar por 10 minutos, cuela la mezcla y sirve caliente con un poco de miel.