Dormir mal puede afectar nuestra salud.
El sueño es fundamental para nuestro bienestar, es por eso que debemos saber qué nos pasa cuando dormimos menos de lo recomendado. Además, es importante conocer cómo recuperar el sueño perdido y entender para qué sirven las siestas.
La falta de sueño puede tener diversas consecuencias en nuestra salud física y mental. A continuación, te explicamos qué nos sucede cuando dormimos poco y si es posible recuperar el sueño perdido.
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Según el sitio Cuerpo Mente, el no dormir lo suficiente a largo plazo puede tener efectos en nuestra salud. Entre estos efectos se incluyen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades como:
Esto se debe a que el sistema inmunológico se ve afectado, lo que disminuye nuestra capacidad para defendernos de enfermedades. Además, la falta persistente de sueño podría acortar la esperanza de vida.
El sistema inmunológico se ve comprometido por la falta de sueño, lo que aumenta la vulnerabilidad a infecciones y enfermedades virales comunes. (Foto: Freepik)
Cuando la falta de sueño se convierte en algo habitual, los daños acumulados en el organismo pueden ser difíciles de revertir. Las horas de sueño perdidas parecen irrecuperables a largo plazo.
No obstante, existe la posibilidad de compensar un déficit reciente y breve de sueño, como el ocurrido durante unas pocas horas. Muchas personas recurren a dormir más horas los fines de semana para intentar recuperar el sueño perdido durante la semana.
Sin embargo, este método no es adecuado para todos. Las personas que enfrentan dificultades para dormir, pueden encontrar que dormir más los fines de semana empeora sus problemas para conciliar el sueño por la noche, lo que crea un ciclo perjudicial que puede aumentar el déficit de sueño en la siguiente semana.
En estos casos, es crucial establecer una rutina de sueño consistente todos los días, incluidos los fines de semana, para mantener un equilibrio adecuado.
Según investigaciones con personas sanas que experimentaron varios días de privación de sueño, por lo general se requieren al menos tres noches de recuperación para restaurar la forma física y el descanso adecuado después de períodos prolongados de falta de sueño.
Establecer una rutina de sueño consistente todos los días, incluidos los sábados y domingos, es fundamental para mantener un ciclo de sueño saludable. (Foto: Freepik)
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Según Cuerpo Mente, las siestas por la tarde son una forma efectiva de recargar energías y mejorar el rendimiento durante el día. Es aconsejable tomar una siesta corta, entre diez y veinte minutos.
Lo importante es que este breve período de descanso pueda ayudar a revitalizar la mente y el cuerpo sin interferir con el sueño nocturno. Por lo tanto, se recomienda no depender de ellas para compensar una falta de sueño nocturno prolongada.
