El certamen invita al espectador a fluctuar entre el cielo y el infierno con personajes como Don Giovanni, Vitellia, el iluso traidor Sesto o el apasionado artista Hoffmann
Salzburgo fue un día el festival rey, por su variedad temática -ópera, conciertos, cámara, teatro, etc-, por su variedad de escenarios -Grosses y Kleines FestspielHaus, Felsenreitschule, Mozarteum, sus plazas e iglesias- y los incomparables repartos. Karajan fue su rey y luego empezó una decadencia de la que intentaron salir Mortier, Peter Ruzicka, Jurgen Flimm y, desde 2017 con pandemia por en medio, Markus Hinterhäuser.
Este año, el Festival de Salzburgo invita al espectador a fluctuar entre el cielo y el infierno gracias al hilo conductor de su edición 2024, que tendrá lugar entre el 19 de julio y el 31 de agosto, con numerosos conciertos y nueve títulos de ópera. Su filosofía plantea que los movimientos entre el cielo y el infierno conectan las obras del programa 2024 del Festival de Salzburgo: estos movimientos evocan una belleza innata de lo inconmensurable y los abismos «demoníacos» ocultos en ellos, revelando una soledad infinita y una vertiginosa libertad sin Dios.
El destructivo narcisista Don Giovanni, la implacable vengadora Vitellia, el iluso traidor Sesto, el encomiable indulgente Tito, el febril jugador Alexey y el apasionado artista Hoffmann son algunos de los personajes que se encuentran en el programa. Todos y cada uno de ellos son nómadas en el camino entre el cielo y el infierno. Sus historias hablan de los anhelos más profundos del alma, de la fragilidad de la vida, de los excesos ruinosos y la codicia, de la autodestrucción desgarradora y las pasiones infernales, al tiempo que ofrecen una visión potencialmente esperanzadora del futuro. Esta es la propuesta de la dirección del Festival, encabezada por Kristina Hammer, Markus Hinterhäuser y Lukas Crepaz.
Bajo este hilo conductor, el afamado Festival de Salzburgo da comienzo el próximo 19 de julio con un extenso programa lleno de propuestas, entre las que destacan hasta nueve títulos operísticos, comenzando escénicamente con «Don Giovanni» de Mozart (28 de julio – 19 de agosto), en una producción de Romeo Castellucci, con Davide Luciano, Kyle Ketelsen, Nadezhda Pavlova, Federica Lombardi, Julian Prégardien y Dmitry Ulyanov interpretando los papeles principales.
Sin embargo, el apartado lírico empezará con la versión en concierto de «Capriccio» de Richard Strauss (26 de julio – 4 de agosto) con la Filarmónica de Viena bajo la dirección de Christian Thielemann. La italiana Cecilia Bartoli será una de las protagonistas de «La clemenza di Tito» (1 – 13 de agosto), bajo las órdenes de Gianluca Capuano y escenografía de Robert Carsen.
Agosto da la nota
El mes de agosto contará con la producción de Krzysztof Warlikowski con Mirga Gražinyt-Tyla a la batuta, de la casi desconocida ópera «El idiota» de Mieczysław Weinberg (2 – 23 de agosto). «El jugador» de Prokofiev (12 – 28 de agosto), se mostrará en Salzburgo con un nuevo montaje de Peter Sellars y la dirección musical de Timur Zangiev. Cerrará el mes de agosto Marc Minkowski dirigiendo «Los cuentos de Hoffmann» de Offenbach (13 – 30 de agosto).
Además de la mencionada ópera de Strauss, el público podrá disfrutar de la versión concierto de las óperas «Hamlet», de Ambroise Thomas y el doble programa de «El prisionero» de Luigi Dallapiccola y la cantata «Il canto sospeso de Luigi Nono». El apartado operístico finaliza con la obra «Koma» de Georg Friedrich Haas.
En el apartado de conciertos, el Festival de Salzburgo ofrece citas con directores y agrupaciones de primer nivel. La Filarmónica de Viena, orquesta residente del Festival, recibirá como directores invitados a Herbert Blomstedt, Andris Nelsons, Riccardo Muti, Gustavo Dudamel y Yannick Nézet-Séguin.
Entre las orquestas invitadas figuran el conjunto English Baroque Soloists, dirigida por John Eliot Gardiner; Le Concert de Nations con Jordi Savall, que ofrecerá su lectura historicista de las sinfonías de Beethoven; Collegium 1704, que interpretará la Misa en do menor de Mozart. La Orquesta del West-Eastern Divan, dirigida por Daniel Barenboim contará con la participación de Anne-Sophie Mutter como solista; la Filarmónica de Oslo será dirigida por Klaus Mäkelä; la Sinfónica de Pittsburgh por Manfred Honeck con Yefim Bronfman como solista; la Filarmónica de Berlín estará presente con dos programas dirigidos por su titular, Kirill Petrenko y la Sinfónica de la Radio de Múnich ofrecerá la Sexta Sinfoníade Mahler dirigida por Simon Rattle.
En el ciclo de piano se sucederán las actuaciones de Igor Levit, Grigory Sokolov, Pierre-Laurent Aimard, Evgeny Kissin, Arcadi Volodos, Alexandre Kantorow, András Schiff, los dúos Anna Prohaska y Patricia Kopatchinskaja y Anne-Sophie Mutter y Lambert Orkis y Daniil Trifonov. El espacio dedicado al canto recibirá a Christian Gerhaher, Matthias Goerne, Julian Prégardien y Elina Garanca, Lea Desandre junto al Ensemble Jupiter y Juan Diego Flórez.
«Sólo lo nuevo y lo no dicho merece ser dicho en el arte», es una acertada afirmación del compositor Arnold Schönberg, de quien se conmemorará el 150 aniversario de nacimiento con «Tiempo con Schoenberg», un compendio de obras de sus diversos periodos creativos, desde piezas para piano y música de cámara para pequeños conjuntos hasta obras sinfónicas.
