La trayectoria del huracán Beryl en su ruta hacia el noroeste del Caribe hace prever que no tendrá ningún efecto directo sobre territorio nacional, ya que pasará a más de 1.000 kilómetros (km) de nuestra costa en ese litoral.
El ciclón se formó el sábado y rápidamente alcanzó la categoría 4, con vientos asociados de 240 kilómetros por hora (km/h).
Avanzada la tarde de este lunes, estaba frente a las costas de Venezuela y se mueve a 31 km/h, de manera que será el miércoles en la madrugada cuando sus bandas asociadas comiencen a generar alguna influencia indirecta en nuestro país, con el acarreo de humedad desde el Pacífico, lo que aumentará las lluvias en todo el territorio, con excepción de la costa caribeña sur.
Paulo Solano, meteorólogo del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), afirmó que este martes también se prevé un leve aumento de las lluvias debido al ingreso de la onda tropical N.° 15, pero el miércoles se deberá a la influencia del huracán cuando pase cerca de Jamaica y las precipitaciones prevalecerán los días jueves y viernes.
El ingreso de humedad del oeste traerá aguaceros en toda la provincia de Puntarenas, en Guanacaste e incluso en el Valle Central, la zona norte y las montañas del Caribe. Al mismo tiempo, se activará la zona de convergencia intertropical durante el paso del sistema, por lo que no se descarta que haya tormentas eléctricas y algunas ráfagas de viento. Se esperan lluvias desde primeras horas de la mañana del miércoles en la costa de Puntarenas y en la península de Nicoya.
El IMN emitirá avisos meteorológicos frecuentes para alertar sobre cualquier cambio en las proyecciones, de modo que la población esté al tanto de la trayectoria. Solano afirmó que un huracán es el segundo peligro natural más importante después de un terremoto. Incluso, un huracán de categoría 1, al llegar a una región vulnerable por la forma de su costa, marejadas y otros factores, puede generar daños devastadores y muertes en quienes reciban su impacto directo.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) mantiene la alerta naranja para todo el país, excepto la costa caribeña, que está en alerta verde.
Hay suelos saturados en las montañas y en las partes bajas cercanas a las costas del Pacífico central y sur, así como en las montañas de la zona norte colindantes con el Valle Central por el Parque Nacional Braulio Carrillo, además de las penínsulas de Nicoya y de Osa.
Todas esas regiones son muy vulnerables a deslizamientos y posibles inundaciones, máxime que el fin de semana tuvieron fuertes aguaceros.
Alejandro Picado, director de la CNE, dijo que precisó cerró con 710 incidentes por lluvias, de los cuales 86 ocurrieron el fin de semana en Paquera, Lepanto, Santa Cruz e incluso en Gravilias y El Porvenir de Desamparados. Hubo que abrir cuatro albergues en Guanacaste, donde pernoctaron 50 personas, muchas de las cuales regresaron a sus casas este lunes.
Según el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar), el huracán Beryl, a su paso por el mar Caribe, traerá oleaje tipo marejada de fondo entre miércoles y viernes, con alturas de hasta 2,2 metros.
En el Pacífico norte (Guanacaste), las olas que este lunes tuvieron máximas de 1,6 metros aumentarán hasta 2,2 metros entre jueves y viernes. Para el Pacífico central y Pacífico sur (desde el golfo de Nicoya hasta Golfito), las olas aumentarán hasta llegar a 2 metros. La tendencia es que disminuyan a partir del sábado.
Se esperan rompimientos fuertes en las playas del Pacífico, por lo que se recomienda precaución a los bañistas, especialmente entre martes y viernes, ya que muchas personas están de vacaciones. También se pide precaución a las lanchas que salen de playas, ríos y esteros, porque estas marejadas pueden volcarlas.
En el Caribe, la marejada de fondo que generará el huracán Beryl tendrá rompimientos fuertes en las playas y se esperan corrientes de resaca. No se descarta que aumente la erosión y que haya posibles inundaciones en las zonas bajas de la costa caribeña, por lo que se pide precaución a los bañistas y a la navegación.