Esta gema es apreciada desde la antigüedad por sus propiedades místicas y su capacidad para atraer buena fortuna.
La piedra preciosa natal del mes de julio es el rubí. Esta gema es conocida por su simbolismo y propiedades únicas. Símbolo de la pasión y el coraje, ha sido valorada desde la antigüedad por su rareza y durabilidad, solo superada en dureza por el diamante.
Su color rojo intenso y las creencias en sus poderes místicos la han convertido en una piedra muy apreciada en diversas culturas.
A continuación, se explican las características del rubí, su historia como piedra natal de julio y los beneficios que se le han dado a esta fascinante piedra a lo largo de los siglos.
Según el portal especializado Gem Select, el rubí se destaca por su notable rareza y durabilidad. Con una estructura cristalina tabular y hexagonal, es ideal para diversas joyas con formas ornamentales.
Desde 1912, los Joyeros de América lo adoptaron oficialmente como la piedra de julio. Históricamente, rubíes fueron confundidos con otras gemas rojizas como la espinela y la rodolita, debido a la falta de instrumentación gemológica precisa.
Hoy en día, los rubíes son identificados con métodos sofisticados, incluyendo las características inclusiones de agujas de rutilo que, en casos raros, forman una estrella de seis puntas conocida como asterismo.
Los rubíes adornaban coronas, armaduras y espadas en la antigüedad. (Foto: Unsplash)
El color del rubí deriva del cromo. Varía desde el rosado hasta el púrpura, siendo el rojo oscuro el más valorado. Los mejores ejemplares, de color rojo intenso con un ligero tono púrpura se conocen como "sangre de pichón" y provienen de Myanmar y Tailandia.
La fascinación y el valor del rubí continúan haciendo de esta gema una de las más apreciadas y simbólicas, ya que representan la pasión y coraje.
Según Gem Select, el rubí ha sido venerado desde la antigüedad por sus características excepcionales y su gran simbología.
En la antigua Asia, se le conocía como la "reina de las piedras preciosas" debido a la creencia de que poseía poderes místicos. Los guerreros birmanos, por ejemplo, usaban collares de rubíes en batalla convencidos de que los hacía invencibles.
En la antigua China, se colocaban rubíes bajo los cimientos de nuevos edificios para asegurar buena suerte y fortuna.
A lo largo de la historia, los rubíes han adornado coronas, armaduras y espadas, así como anillos, colgantes y pendientes.
El rubí es una de las gemas más preciadas y simboliza pasión y coraje. (Foto: Wikimedia Commons - Robert M. Lavinsky)
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Los antiguos hindúes vinculaban el rubí con el chakra raíz, el Muladhara, que se representa con un intenso color rojo. Creían que la piedra podía:
En diversas culturas, el rubí simbolizaba paz, armonía y poder, mientras que en otras, se le atribuían cualidades de buena salud, riqueza, sabiduría y una vida amorosa plena.
Actualmente, el rubí se asocia principalmente con:
Se cree que la gema amplifica la energía, aumenta la consciencia, fomenta el coraje y atrae éxito. Hoy en día, los aficionados a las joyas siguen confiando en que portar un rubí brinda buena fortuna.
