Como parte de la prueba preconstituida que permite que los testimonios aportados ante el juez durante la fase de instrucción sean válidos si el caso llega a juicio, las primeras niñas que denunciaron a su profesor por abusos sexuales en Lugo empezaron a declarar este lunes. En concreto fueron cuatro de las ocho alumnas del CEIP Albeiros que hace unas semanas a través de una carta a su tutora narraron los presuntos abusos durante buena parte del curso en las clases de música. En esta misiva, que fue interceptada por otra profesora cuando la echaron en un buzón de sugestiones, las niñas contaban que este docente se aprovechaba de ellas para ponerlas sobre sus rodillas y tocarlas . El caso no tardó en sumar más denunciantes y se inició una investigación que esta semana ha derivado en las primeras declaraciones. Durante la sesión del lunes, que de algún modo debe recrear una vista oral, era obligatorio que estuviese presente el profesor señalado, que fue ingresado en prisión de inmediato tras su paso a disposición judicial después de su detención el pasado 30 de mayo . La comparecencia de las menores en el Juzgado de Instrucción número 3 de Lugo se prolongó durante horas y fue interpretada por algunos de los padres del ANPA, en declaraciones a Europa Press, como un trámite «poco agradable» y «un mal trago» que podría haberse evitado para rebajar la exposición de las niñas pero que era «necesario» como parte del proceso en curso. La idea es que las menores no tengan que rememorar las vivencias de cara a un posible juicio, por lo que las declaraciones aportadas esta semana serían válidas a la hora de conocer lo ocurría en las clases de Música cuando el docente investigado les ponía películas. La de este lunes fue la primera salida de la prisión de Monterroso -tras su reciente traslado desde la prisión de Bonxe- del profesor al que al menos ocho menores acusan. Cuatro de ellas ya prestaron su testimonio, y las otras cuatro lo harán próximamente ante el mismo tribunal. Entre tanto, el docente continuará en prisión provisional comunicada y sin fianza como presunto autor de un delito continuado de agresión sexual a, al menos, ocho de sus alumnas de edades comprendidas entre los ocho y los diez años. En paralelo a la instrucción por el caso, los problemas entre la dirección del centro y los padres de los alumnos prosiguen. La gestión que la directora hizo de la situación la puso en el punto de mira de la comunidad educativa, con el ANPA al frente, que le recriminan su actuación cuando el caso estalló . «Aquí todo está en manos de Administración y Justicia. La Administración consideramos que está haciendo lo correcto y la Justicia esperamos que también. No hay ningún problema personal ni ninguna tensión con la dirección, simplemente aquí hubo una dirección del centro que no hizo las cosas como las tenía que hacer, según dice la Administración y según nosotros también percibimos», explicó al respecto el presidente del ANPA del centro del que partió la denuncia. La última reunión con la Consellería de Educación tuvo lugar el pasado viernes, y tras ella la salida de la directora, que se encuentra de baja, parece la única solución factible. También se encuentra de baja el jefe de estudios del colegio, lo que impidió el cese de la dirección . Unos días antes, se produjo un encuentro con una delegación del departamento de Educación en el que participaron los padres de los alumnos, una inspectora de la Consellería de Educación, un equipo de psicólogos de la Xunta y los coordinadores del trabajo de campo del estudio de investigación realizado en las aulas para dirimir las posibles afectaciones de la situación vivida en los alumnos. Los resultados del citado estudio, explican desde la presidencia del ANPA, fueron «tranquilizadores», pero por la naturaleza de lo sucedido la Administración puso a disposición, tanto del equipo docente como de los propios padres y madres, una serie de recursos públicos y gratuitos para recibir asistencia en el caso de necesitarla.
