Alejandro Acosta habló con el equipo de Puro Básquetbol de Sport 890 tras ser confirmado como ficha de Urunday Universitario para la próxima temporada y también realizó un balance de su última temporada en Nacional.
Cómo se dio su llegada a Urunday: «Ni bien terminó la Liga el Gallo se contactó conmigo, y con la renovación de Álvaro encaminada me dijeron que no iba a seguir en Nacional. No tuve los minutos que quería este año, y el entrenador tampoco me dio la confianza. Sabía que tenía que cambiar de equipo, y por suerte apareció enseguida Urunday, se dio todo muy rápido pero recién se hizo oficial»
El efecto de las lesiones: «Tuve un desgarro cuando estaban por llegar los extranjeros, justo en el momento donde estás a punto caramelo, listo para arrancar. Eso me bajó un poco, pero la que me mató fue la siguiente. Un esguince de tobillo de tercer grado me jodió bastante, y hasta ahora me jode al punto de que tengo que usar un estribo para jugar o mismo entrenar. Tengo molestias y me ha costado jugar, pero yo creo que eso no fue causa de que juegue poco; solamente me sacó de ritmo. Al volver, el equipo estaba bien con un solo base -Agarbado-, las cosas funcionaban bien sin mí, y eso en la cabeza pesó. Sinceramente las lesiones me marcaron y las decisiones del entrenador también, pero en lo grupal la temporada fue muy buena. Mi rol fue de capitán pero fuera de la cancha, y yo creo que lo hice bien. La calidad humana del plantel ayudó»
El trabajo post lesión: «Cuando estaba volviendo jugué muy poco, y se me propuso la idea de jugar Liga de Desarrollo para que pueda agarrar ritmo. Estuvimos con Prieto ahí, que también llegaba de un esguince y necesitaba jugar. Nos hizo muy bien, pero de mi parte no se dio de la misma manera la vuelta al primero»
La decisión de jugar sin base: «Venía de un año muy bueno, con un equipo que se había armado de manera completamente distinta porque también el entrenador era otro. Los roles de los jugadores estaban bien definidos, fue otro año, además tenía a McGhee que me ayudaba mucho porque nos entendíamos muy bien en las cortinas y caídas por ejemplo. Esta temporada fue un equipo totalmente distinto, y si bien Anderson es un jugador increíble, me costó más acostumbrarme a él. Los otros clubes nos sacaron la ficha de cómo jugábamos y si bien tuvimos un buen arranque, nos empezaron a limitar el juego. Creo que se pudo cambiar el estilo y que yo pueda aportar más, pero se me hizo complicado seguir jugando. Fue un problema mío también al no poder adaptarme a lo que se pedía y entender mi rol»
Una temporada desgastante: «Hubo muchos factores negativos, pero la lesión de Anderson fue clave en la serie con Aguada, eso nos dejó afuera. Personalmente fue el año más sufrido en cuanto a lesiones tanto personalmente como del equipo en general; la de Álvarez por ejemplo que se rompió un ligamento rotuliano, la fractura de Smith. Además la doble competencia te genera un desgaste importante y que se paga a nivel local. Veníamos de eliminar a San Pablo en Brasil, con la energía alta y con un estilo de juego al que nos adaptamos, pero cuando jugamos acá contra Urupan nos defendieron under, nos dejaban tirar, con un trabajo táctico muy bueno. Nosotros veníamos del estilo internacional que no era lo mismo, se presiona más, no te conocen tanto y sufrimos ese cambio de competencia. Lo que más nos complicó igualmente fueron las lesiones, eso fue una lástima, pensábamos qué hubiera pasado si todos hubiéramos estado bien. Gonzalo para el nivel internacional era importantísimo, su estilo nos podía ayudar y su ausencia la sufrimos»
La suspensión de Matthews: «Fue de tres fechas no redimibles, y Granger sí pudo redimirlas. Entiendo que las situaciones fueron distintas, porque a Matthews se le saltó la cadena, fue una amenaza de agresión y nadie esperaba eso de él. No justificaba, pero su protesta nace de una falta clarísima que no cobraron, el arbitraje es distinto en cancha de Aguada. No sabía del cambio reglamentario, cuando quedamos eliminados dejé de darle tanta atención a la Liga, me desconecté un poco. No me gustó la organización de la Liga, y el cambio reglamentario es una manchita más a lo que fue un mal año en ese sentido. Hay que corregir para el futuro»
Dar vuelta la página, algo no sencillo: «Puede ser que nos agarramos mucho de las desgracias que tuvimos en el año. Por parte de los jugadores no lo veo así, pero el cuerpo técnico puede ser. Nosotros siempre seguimos para adelante, igualmente los golpes nos marcaron y en la interna se charlaba seguido. En el momento no te das cuenta, capaz es algo para mejorar. Con el tema de la no presentación del equipo para descansar, yo saqué un comunicado pidiendo jugar, queríamos jugar. Sin embargo la explicación de los dirigentes la entendimos, íbamos a jugar partidos por nada, arriesgando mucho. Contra Cordón en playoffs llegamos a cuatro partidos, pero si hubiera existido un quinto era en cancha neutral, no sacábamos ninguna ventaja de ganar esos partidos cuando estábamos cansados. Lo mismo le pasó a Aguada contra nosotros, si hubiéramos ido a quinto juego teníamos que definir en cancha neutral cuando ellos habían quedado segundos, no es justo eso. Haber parado fue la opción correcta»
Su día a día en la actualidad: «Ya empecé a entrenar y estoy conociendo a la gente del club. Está hermoso por dentro, muy grande y está constantemente mejorando. Solo he entrenado con los pibes que están en simultáneo con el Metro, algunos juveniles y cadetes que entrenan con nosotros. Se me contó a lo que quiere jugar el equipo y eso me gustó mucho, tengo claro mi rol desde que llegué y sé el plan de juego. Ya terminé el descanso que necesitaba y ahora estoy a full para adelante preparando lo que se viene, hay que aprovechar el tiempo»
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