La selección de
Estados Unidos, anfitriona de esta Copa América, vive un terremoto tras la eliminación en la fase de grupos y, a dos años de organizar el Mundial 2026, se encuentra con un proyecto deportivo en tierra de nadie, con el futuro del seleccionador
Gregg Berhalter en el aire y con un entorno enfurecido que pide grandes nombres para el banquillo, incluso los de
Jürgen Klopp o Pep Guardiola.Seguir leyendo...