La pandemia de la COVID-19 dejó una huella profunda en la economía mundial, y aunque la emergencia sanitaria ya es historia, los efectos económicos aún persisten. En Estados Unidos, diferentes estados han decidido continuar brindando asistencia económica a sus residentes más afectados mediante cheques de estímulo. Estos apoyos financieros son esenciales para muchas familias que siguen enfrentando dificultades económicas.
Los cheques de estímulo, que pueden superar los US$500, están diseñados para ofrecer un alivio financiero importante a quienes más lo necesitan. Cada estado ha implementado programas específicos para distribuir estos fondos, con criterios y montos variables. Conoce qué estados continuarán entregado este beneficio en el mes de julio.
Los residentes de Alaska seguirán recibiendo el cheque del Fondo Permanente de Alaska (PFD) de los dividendos del 2023. Aquellos en estado "Elegible-No pagado" hasta el 10 de julio de 2024 recibirán su pago el 18 de julio. Este programa proporciona un apoyo constante a las familias, ayudando a cubrir necesidades básicas y estimulando la economía local.
En Ann Arbor, 100 emprendedores con ingresos iguales o inferiores al 225% del umbral de pobreza federal recibirán cheques de estímulo de US$528. Este programa piloto, liderado por el equipo Poverty Solutions de la Universidad de Michigan, se extenderá por dos años, ofreciendo un sustento vital para los pequeños empresarios que aún se recuperan de los efectos de la pandemia.
En el condado de Fresno, un programa de Ingreso Garantizado distribuirá cheques de US$500 a 150 residentes seleccionados. Este programa, que comenzará el 15 de julio y durará 12 meses, está diseñado para ofrecer un soporte continuo a los más vulnerables, promoviendo la estabilidad económica y la equidad social.
En Tacoma, el programa Creciendo Resiliencia distribuye cheques de US$500 a 175 hogares de bajos ingresos seleccionados al azar. Los beneficiarios deben ser jefes de hogar solteros con dependientes y tener ingresos entre el 100% y 200% del nivel federal de pobreza. Este programa, iniciado en abril, apoya a las familias más necesitadas, brindando un alivio financiero indispensable.
Rochester implementa un programa de Ingreso Básico Garantizado que proporciona un cheque de US$500 a 351 ciudadanos seleccionados. Este beneficio, entregado mensualmente durante 12 meses, se destina a quienes viven en o por debajo del 185% del nivel federal de pobreza, sin restricciones sobre el uso del dinero. Este enfoque flexible permite a los beneficiarios cubrir diversas necesidades.
El programa de Ingresos Garantizados Uplift Harris en Texas continuará entregando cheques de US$500 a 2,000 familias seleccionadas en julio. Este programa ha sido fundamental para muchas familias que aún luchan por recuperarse económicamente.
Los cheques de estímulo tienen varios objetivos clave. En primer lugar, buscan dinamizar la economía poniendo dinero directamente en manos de los consumidores, lo que aumenta el gasto en bienes y servicios. Este incremento en el consumo ayuda a impulsar la demanda y a reactivar la economía local y nacional.
Además, estos cheques ofrecen apoyo financiero directo a las familias y personas que enfrentan dificultades debido a la pérdida de empleo, reducción de horas laborales o aumento de gastos. Durante situaciones de crisis, como la pandemia de la COVID-19, los cheques de estímulo mitigan el impacto económico negativo, ayudando a cubrir necesidades básicas como alimentos, alquiler y servicios públicos.
Asimismo, los cheques de estímulo fomentan la estabilidad financiera al proporcionar un ingreso adicional que puede evitar que las personas caigan en deudas o en problemas financieros más profundos. Esta estabilidad es crucial para mantener una economía saludable y dinámica.
El impacto de los cheques de estímulo en la economía de Estados Unidos es significativo. Al incrementar la capacidad de gasto de los individuos y las familias, se genera un aumento en el consumo de bienes y servicios. Este efecto multiplicador beneficia a diversos sectores económicos, ayudando a las empresas a mantenerse a flote y a crecer.
El apoyo a las pequeñas empresas es otro aspecto relevante. Cuando los consumidores gastan sus cheques en negocios locales, estos reciben un impulso financiero vital, especialmente durante tiempos de crisis. Esto contribuye a la sostenibilidad y al crecimiento de los pequeños negocios, que son fundamentales para la economía local.
Además, el incremento en el consumo puede llevar a las empresas a mantener o aumentar su plantilla laboral, protegiendo y creando empleos. La reducción del endeudamiento personal es otro beneficio significativo, ya que muchos utilizan los cheques para pagar deudas, mejorando su situación crediticia y su capacidad de gasto futuro.