El Juzgado de lo Penal número 14 de Madrid ha absuelto a Miguel Frontera del supuesto delito de acoso del que Pablo Iglesias e Irene Montero le acusaban por protestar durante meses junto a su chalet de Galapagar en 2020. La sentencia señala que no hay pruebas de que Frontera tuviera «intención de vigilarles, de buscar su cercanía física o de establecer contacto con los allí residentes». La Fiscalía pedía tres años de prisión para Miguel Frontera al considerar que había incurrido en un delito de descubrimiento de revelación de secretos y otro de injurias y calumnias. El tribunal señala que los insultos que profirió contra Iglesias han prescrito.