«Es importante tomar las decisiones de rectificar con coraje», aseveró el presidente de Mercedes-Benz Iberia, Reiner Hoeps. A principios de este año, el fabricante de la estrella decidió dar un paso atrás en sus ambiciones de electrificación, en las que pretendía vender exclusivamente modelos cero emisiones en 2030. Ahora, la marca se ha fijado la meta en un 50% entre coches eléctricos e híbridos enchufables para esa fecha. En una entrevista con Bloomberg, su consejero delegado, Ola Källenius, afirmó que tienen que «garantizar que los vehículos con motores térmicos sigan siendo competitivos hasta bien entrada la década de 2030». El fabricante sigue con sus intenciones de ofrecer una variante eléctrica de cada vehículo de su gama, pero, en palabras del directivo, «necesitamos flexibilidad durante mucho más tiempo». Mercedes va por detrás de su rival histórico, BMW, en lo que a ventas de coche eléctrico se refiere. Durante el primer trimestre de 2024, la marca de la estrella acumuló 50.500 unidades, un 9% menos que hace un año, mientras que la de la hélice sumaba 82.700. Los principales problemas a los que se enfrentó, al menos en su buque insignia cero emisiones, el EQS, fueron los elevados precios y un diseño que polarizó a los compradores. El EQS parte de los 119.589 euros. Además, el techo bajo del coche, una decisión de ingeniería para maximizar la aerodinámica y la autonomía, resultó ser un incordio para los propietarios que viajan con chófer en los asientos posteriores. Otra decisión para reducir la resistencia al viento fue la de eliminar el distintivo de la estrella de tres puntas en la parte frontal del capó, un símbolo de estatus que los clientes de Mercedes demandaron. Para la actualización estética del EQS, el fabricante recuperará el emblema y aumentará la comodidad de los asientos posteriores. El EQS, a pesar de nunca haber sido concebido como un vehículo de gran volumen, vio un retroceso en sus ventas del 40% entre 2022 y 2023, cuando pasaron de matricular 23.400 a 14.100 unidades. 2025 será el año en el que la marca lance nuevos modelos al mercado, que estarán basados sobre una nueva plataforma. El primero de ellos será el coupé de cortas dimensiones CLA, seguido por el SUV GLB. De momento, parece que el Clase A no tendrá continuidad en el futuro porfolio de la marca, pues Hoeps señaló que «solo se vende en Europa». Bloomberg afirma que los vehículos térmicos son una garantía de rentabilidad durante varios años, pero el objetivo de Mercedes-Benz es el de optimizar sus operaciones, buscando ahorros en las compras, en los costes fijos y en «gastos no esenciales». Además, el fabricante cuenta con la baza de poder deshacerse del 35% de participación en Daimler Truck, la división de camiones que escindió del consorcio en 2021. En total, se estima que sus acciones, de las que no se puede deshacer hasta el final de año, están valoradas en 10.500 millones de euros. «Esta posición es una reserva adicional a nuestra liquidez industrial», afirmó Källenius, aunque señaló que aún no se ha tomado una decisión firme y que la marca está completamente centrada en las necesidades del cliente de Mercedes-Benz».
