Jennifer Lopez (54 años) y Ben Affleck (51 años), quienes en su momento fueron la pareja soñada de Hollywood, parecen estar al borde del final de su matrimonio. A pesar de que ninguno de los dos ha confirmado oficialmente su separación, las señales son cada vez más claras y contundentes. La pareja, que contrajo matrimonio en una ceremonia íntima en Las Vegas hace tan solo dos años, ha sido objeto de constantes especulaciones desde mediados de mayo. Todo comenzó cuando Jlo asistió sola a la MET Gala , uno de los eventos más importantes del año, y poco después Ben Affleck fue visto sacando sus pertenencias de la mansión de 60 millones de euros que compartían en Beverly Hills. Según el portal Page Six , desde principios de junio, la famosa pareja ha estado vendiendo obras de arte y otros valiosos artículos de su hogar conyugal. Esta decisión ha sido interpretada por muchos como una señal inequívoca de que están poniendo fin a su vida juntos. Los objetos a la venta incluyen tanto piezas de arte como joyería y artículos exclusivos de coleccionista, y ya han recibido ofertas de varios compradores interesados. Una fuente cercana a la pareja ha revelado que, a pesar de los esfuerzos por mantener una imagen de unidad frente a los rumores, el matrimonio habría terminado «hace varios meses». Se dice que Ben Affleck y Jennifer Lopez han estado viviendo en residencias separadas desde marzo, y que Affleck ha estado «muy protector con Jennifer» en privado, aunque en público la situación parece diferente. El portal Perez Hilton sugiere que la venta de sus posesiones podría ser una señal del inminente final de su relación. Además, TMZ asegura que no han sido fotografiados juntos desde hace más de un mes, lo que alimenta aún más los rumores de separación. A todo esto se suma que, según People , Affleck nunca estuvo completamente satisfecho con la ubicación de la mansión, ya que la consideraba demasiado lejos de sus hijos. En medio de este torbellino de especulaciones y ventas de bienes compartidos, los fans de 'Bennifer' solo pueden esperar un comunicado oficial que aclare la situación. Mientras tanto, cada nuevo movimiento de la pareja es observado con lupa, en busca de señales que confirmen o desmientan la tan comentada separación.