La madera ha sido -históricamente- el material predilecto
para los fabricantes de utensilios de cocina. Y no sólo por una cuestión de
disponibilidad de la materia prima, sino también porque cocinar con utensilios
de madera tiene muchas ventajas: son respetuosos con las ollas y con las
sartenes, son muy resistentes y duraderos, no dejan sabores extraños en la
comida, no conducen el calor, al entrar en contacto con los alimentos no los
contamina, su textura impide que se resbalen fácilmente y por qué no decirlo,
también son realmente bonitos.
Sin embargo, es común escuchar opiniones de expertos que
desaconsejan el uso de este material en la cocina. Según explican, los
utensilios de madera no son recomendables debido a su porosidad, que les
permite absorber fácilmente los jugos de los alimentos y la suciedad. Esto
dificulta una limpieza adecuada y permite que las bacterias patógenas se
desarrollen y proliferen. Además, la madera retiene la humedad, lo que favorece
el crecimiento microbiológico y la formación de biofilm, una estructura
bacteriana muy difícil de eliminar.
De todos los utensilios de madera, hay uno en particular que
debemos evitar a toda costa. Se trata de las tablas de corte de bambú. Aunque
tampoco podemos culpar al que quiera tener una de estas tablas en la cocina. Lo
cierto es que el bambú es un material con una belleza natural. Además, tiene un
color claro y uniforme, con vetas sutiles que le dan un aspecto sofisticado y
moderno. Y su textura lisa y suave al tacto lo hace muy agradable de usar y
manipular.
Ahora bien, por muy bonitas que sean las tablas de corte de
bambú, desde el portal especializado Directo al Paladar explican que puede
dañar nuestros cuchillos y que, por ese motivo, deberíamos evitarlas. Si
quieres saber más, continúa leyendo:
El bambú es una planta que se caracteriza por su rápido crecimiento. Esta rapidez en su ciclo de crecimiento lo convierte en una fuente de recursos que es tanto más sostenible como más económica en comparación con las maderas nobles, como el nogal o el roble, que tardan muchos años en alcanzar la madurez necesaria para su aprovechamiento. En términos económicos, el bambú es una opción atractiva porque los costos de producción son menores.
También es una madera reconocida por su gran resistencia a
la tracción, lo que significa que puede soportar una gran cantidad de fuerza
antes de romperse. De hecho, su resistencia es incluso mayor que la del acero.
Sin embargo, esta misma dureza del bambú puede ser un problema cuando se
utiliza como tabla de cortar en la cocina.
El bambú contiene sílice, también conocido como óxido de silicio, que es un componente principal del vidrio y la cerámica. El sílice es extremadamente duro y resistente, lo que puede ser beneficioso en algunas aplicaciones, pero no en el caso de las tablas de cortar. Cuando usas un cuchillo de acero sobre una superficie de bambú, el contacto con el sílice puede dañar la hoja del cuchillo.
Para entenderlo mejor, desde Directo al Paladar nos piden
que imaginemos golpear la hoja de un cuchillo contra una losa de cerámica; el
cuchillo se dañará porque la cerámica es más dura que el acero de la hoja. Por
lo tanto, cuando cortas alimentos sobre una tabla de bambú, corres el riesgo de
que tus cuchillos se desafilen o incluso se astillen. Esto no solo reduce la
eficacia del cuchillo, sino que también puede ser peligroso, ya que una hoja
dañada puede deslizarse y causar accidentes.
En resumen, aunque el bambú puede parecer una opción
atractiva debido a su estética, su dureza y su sostenibilidad, es importante
ser consciente de sus desventajas en términos de cuidado y mantenimiento de tus
cuchillos. Para preservar tus herramientas de cocina, es preferible optar por
tablas de cortar de madera noble de alta calidad o de plástico.