Tras once años consecutivos, Lima dejó de ser la ciudad más competitiva del país debido a una fuerte caída en la percepción de la gestión pública y el incremento de la inseguridad ciudadana, según los resultados del último Índice de competitividad regional - Incore 2024, elaborado por el Instituto Peruano de Economía (IPE).
En su lugar, la región de Moquegua se erige como la nueva cuna para la competitividad en el Perú, en buena fuente por el inicio de operaciones de la mina Quellaveco, operada por Anglo American. Arequipa, Tacna e Ica completan el Top 5.
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Para su estudio, el IPE toma en cuenta seis pilares fundamentales: entorno económico, infraestructura, salud, educación, competitividad laboral, y fortaleza de las instituciones.
Es este último pilar el que detonó el retroceso de Lima Metropolitana (medida junto al Callao): cayó del segundo al sexto puesto debido a que registró la segunda mayor tasa de victimización por delitos, así como la cuarta menor aprobación de la gestión pública regional.
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No obstante, los pocos avances en la descentralización aun colocal a la capital peruana en una plaza angular: conserva el liderazgo en los pilares Infraestructura, Salud y Laboral, así como el segundo puesto en Entorno Económico y la tercera posición en Educación.
Si hablamos de salud, Lima, Arequipa y Tacna encabezan la competitividad en el pilar Salud por cuarto año consecutivo, en tanto que Loreto, Amazonas y Ucayali ocupan las últimas posiciones. Similar es el escenario para Educación, Moquegua, Tacna y Lima* se encuentran en las primeras posiciones de este pilar. Loreto, Huánuco y Ucayali están en los últimos puestos.
A nivel nacional, la competitividad, nuevamente, se concentra en las regiones costeras. En contraste, las regiones del oriente peruano permanecen relegadas, con Loreto y Ucayali entre las peores calificadas. Pero la región que más cayó fue Tumbes, al bajar tres escalones.
La pobreza también está asociada a la baja competitividad. Según la investigación, seis de las siete regiones con los mayores niveles de pobreza en el 2023 -año en el que este indicador llegó al 29%- se ubican entre las nueve regiones menos competitivas del territorio.
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En cuanto a la competitividad laboral, Moquegua desplazó a Arequipa y se situó como la segunda región más competitiva en este pilar, solo por detrás de Lima. En el otro extremo, Cajamarca ocupa el último puesto en este pilar: está entre las cinco peores regiones en cinco de los indicadores que mide.
Las regiones del norte fueron las que tuvieron mayor impacto sobre la tasa de empleo adecuado en 2023, sobre todo La Libertad y Lambayeque, a raíz de los fenómenos naturales. La manufactura y las operaciones de la Refinería de Talara contuvieron la caída en Piura.
Vale precisar que el Incore no considera una variable que mida, directamente, la corrupción. Sin embargo, esta afecta la competitividad país y se calcula a través de su impacto sobre otros indicadores.
