El desgobierno del
Barça es tal y la necesidad económica es tan apremiante que el fin de semana empezó mal y terminó peor. En un escueto comunicado, el
Barça anunció en dos líneas que había llegado a un acuerdo con el
PSV para el traspaso de
Sergiño Dest. Y que el
Barça se reservaba un porcentaje de una futura venta. Y punto. Ni gracias. Si el equipo de
Eindhoven quería comprar al jugador, el precio ya estaba pactado: 10 millones.
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