El Gobierno avanzó con 2.500 despidos más en áreas neurálgicas del Estado y además reprimió a los que protestan. Incluye médicos del Hospital Posadas, personal clave de Desarrollo Social y profesionales del INTI, Derechos Humanos y el exministerio de las Mujeres. Alcanza a empleados con casi 20 años de antigüedad, a los que ni siquiera les reconoce indemnización