La OTAN celebra los días 9, 10 y 11 de julio la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno. En esa reunión, como ocurre en los últimos años, los aliados evaluarán el cumplimiento por cada país miembro de los objetivos de inversión pública en Defensa y de ayuda militar suministrada a Ucrania para hacer frente a la invasión rusa.
Se espera que a la cumbre en Washington acudan en representación de España el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares; y la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Sánchez, Albares y Robles se encontrarán con las delegaciones del resto de países aliados semanas después de que las estadísticas oficiales de la OTAN hayan puesto en entredicho el compromiso de España para aumentar su inversión en Defensa: en 2024 será el estado que menos gaste en porcentaje de PIB, el 1,28%, por detrás de Eslovenia y Luxemburgo (1,29%) y de Bélgica (1,3%).
Al poco de conocerse esos datos de la OTAN, el Consejo de Ministros aprobó inversiones adicionales en Defensa por más de 3.700 millones de euros, destinados sobre todo a modernizar los sistemas de defensa antiaérea Patriot, pero también a elevar el crédito para operaciones en el exterior a adquirir otras capacidades, como sistemas antidrones y morteros sobre vehículos.
Otro frente en el que España recibe críticas es el suministro a Ucrania de material de uso militar, con el que pueda sostener el esfuerzo bélico frente a las tropas rusas. En los primeros meses de la guerra que estalló en febrero de 2022, incluso en embajador ucraniano en Madrid verbalizó ante los medios de comunicación la decepción de su gobierno: “No puedo decir que estemos satisfechos, ni que estemos recibiendo todo lo que España podría suministrar”.
También en ese frente el Gobierno de Pedro Sánchez ha tratado de contrarrestar los mejores datos sobre ayuda militar a Ucrania de otros países de la OTAN. Hace semanas firmó un tratado bilateral con Ucrania, que contempla ayudas por cientos de millones de euros en los próximos años, e hizo público que se habían entregado ciertos materiales, como misiles Patriot, que se anunciaron en mayo para el mes de junio.
Fuentes militares explican a Confidencial Digital que esa presión que rodea a España por las entregas de armamento y material a Ucrania se traslada a su vez desde la cúpula del Ministerio de Defensa a distintas instancias dependientes del departamento de Margarita Robles.
Este fenómeno se ha acentuado en las últimas semanas, conforme se acerca la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN, que empieza el martes 9 de julio en Washington.
El Ministerio de Defensa lleva dos años enviando cada cierto tiempo cargamentos de armamento y material para equipar a las fuerzas armadas de Ucrania.
Estos envíos movilizan a distintas áreas del ministerio, del Estado Mayor de la Defensa y del Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, así como a las empresas fabricantes.
Los mandos de apoyo logístico de Tierra, Armada (donde se denomina Jefatura de Apoyo Logístico) y Aire realizan los trámites para adquirir las partidas de material a las empresas armamentísticas, y son quienes reciben de estas empresas los materiales, y los almacenan hasta que se envían a Ucrania.
Tiene un papel fundamental también la Secretaría de Estado de Defensa, que dirige Amparo Valcarce. La Dirección General de Asuntos Económicos (Digeneco) autoriza los pagos, y la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) extiende los certificados de exportación y de último destino, entre otros documentos necesarios en este proceso de adquisición y donación de equipamiento.
Las relaciones bilaterales en materia de Defensa con otros estados, y con las organizaciones internacionales de seguridad y defensa, es competencia de la Secretaría General de Política de Defensa (Segenpol), bajo el mando del almirante Juan Francisco Martínez Núñez, y más concretamente de la Dirección General de Política de Defensa (Digenpol), con el teniente general Fernando López del Pozo.
Tiene también su papel el Estado Mayor de la Defensa, tanto con el Estado Mayor Conjunto (EMACON) como a través del Mando de Operaciones. La Sección de Logística (J4) de este último se encarga del transporte del cargamento hasta Ucrania, y para ello coordina el uso de aviones y buques de las Fuerzas Armadas, o contrata medios de transporte externos.
Esta mecánica tiene muchas similitudes con cualquier proceso de compra de materiales por parte de los ejércitos y la Armada, y con el envío de armamento a una operación de las Fuerzas Armadas en el exterior. Los trámites a seguir son muy semejantes, aunque el destino final no sea un contingente español desplegado en el extranjero, sino las fuerzas armadas ucranianas.
Fuentes conocedoras de todo este proceso, consultadas por Confidencial Digital, explican que desde hace semanas en las distintas instancias de esta “cadena” se nota la presión desde la cúpula del Ministerio de Defensa para acelerar los envíos de material militar a Ucrania.
El horizonte que urge en las últimas semanas es la cumbre de mandatarios de la OTAN que comienza el martes 9 de julio.
Por eso, en ámbitos militares se indica que el empeño de la cúpula del ministerio es que en dicha cumbre la ministra de Defensa, Margarita Robles, pueda anunciar un nuevo paquete de ayuda a Ucrania.
La idea es que ese anuncio no sea una mera promesa, a cumplir en las próximas semanas, sino que la ministra pueda declarar que ese armamento y material ya está saliendo de España y va camino de Ucrania.
Se trata de una nueva remesa de equipos de uso militar, aparte de la que Robles anunció en mayo para ejecutarse en junio, y que incluía un lote de misiles antiaéreos Patriot, así como carros de combate Leopardo, sistemas antidrones, munición de artillería de 155mm y de otros tipos de calibres...
Según las fuentes consultadas por ECD, el nuevo envío incluirá también proyectiles, vehículos y distintos materiales de protección, entre otros materiales.
Las órdenes superiores que han llegado en las últimas semanas a las distintas ‘piezas’ del engranaje del Ministerio de Defensa y de las Fuerzas Armadas implicadas en estos envíos a Ucrania tratan de agilizar los trámites.
Pero desde la cúpula del ministerio no sólo se reclama hacer un esfuerzo por acelerar los envíos. También se pide información con mucha frecuencia, y con cierta exhaustividad, para que los altos cargos del ministerio sepan con detalle qué se va a poder mandar próximamente a las tropas ucranianas.
Estas peticiones superiores han coincidido en los últimos meses con algunos encuentros internacionales que ha mantenido la ministra de Defensa.
Margarita Robles participó a finales de abril en una reunión telemática del Grupo de Contacto sobre Ucrania, que lo forman países donantes de material militar. En esa ocasión anunció públicamente la próxima entrega a Ucrania de misiles interceptores antiaéreos Patriot de largo alcance, un envío que había adelantado El País.
Un mes después, en otra reunión del mismo foro, confirmó que en junio se mandarían más carros Leopardo y munición de diversos tipos.
Durante el mes de junio, la ministra mantuvo otros contactos internacionales. Viajó a Bruselas para participar en una reunión del Consejo OTAN-Ucrania, y también para intervenir en una nueva reunión del Grupo de Contacto sobre Ucrania.
Tras esa reunión, conversó por teléfono con el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin: según informó el ministerio español, ambos abordaron el tema del envío de armamento a Ucrania.
Días después, Robles recibió en Madrid al secretario de Marina de Estados Unidos, Carlos del Toro, y a la embajadora estadounidense, Julissa Reynoso.
Para este tipo de reuniones y cumbres, el equipo de Margarita Robles requiere información pormenorizada del material que España ya ha enviado a Ucrania, y del que tiene previsto mandar próximamente para equipar a las tropas que combaten en el frente contra las fuerzas de Rusia.
ECD se puso en contacto el lunes 24 de junio con la Oficina de Comunicación Institucional y Prensa del Ministerio de Defensa (lo que antes se conocía como Dirección de Comunicación Institucional de la Defensa, o con el acrónimo Dircomdef), para recabar más datos sobre el nuevo envío de material militar a Ucrania que está ultimando el ministerio.
Planteó varias preguntas, sobre qué instancia del ministerio coordina el envío, qué material incluirá, cómo se transportará hasta Ucrania, y si la ministra hará públicos los detalles del paquete durante la misma cumbre de Washington.
Transcurrida una semana, a última hora del lunes 1 de julio, el Ministerio de Defensa no había contestado a esta consulta.
