La patronal catalana Pimec, cercana al independentismo, quiso dar la campanada con motivo de su 50 aniversario. Pretendió reunir en una cena de gala, la semana pasada, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont.
Según ha escuchado El Chivato en ambientes empresariales catalanes, Sánchez confirmó su asistencia varias semanas antes, sin saber si Puigdemont acudiría o no a la cita. Sin embargo, el presidente del Gobierno tuvo que cancelar su presencia en el último minuto por el repentino fallecimiento de su suegro.
El líder de Junts, por su parte, no llegó a confirmar la asistencia, pero tampoco declinó la invitación. Su presencia se llegó a dar por hecha por los organizadores, porque Pimec eligió para el evento la fecha en la que Carles Puigdemont se había comprometido a regresar a Cataluña, el pasado 25 de junio, para asistir al debate de investidura en el Parlament.
La falta de apoyos suficientes para investir a Salvador Illa o al propio Puigdemont, y la no votación, abrió la puerta a que la vuelta del expresident se produjera después de esa fecha, lo que iba a imposibilitar la cena con Sánchez en la que los empresarios iban a sentarles juntos.
Finalmente, el único que ocupó la mesa de autoridades fue el presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, que ya ha anunciado su marcha tras el desacalabro de ERC en las elecciones catalanas del 12 de mayo.
La patronal Pimec entregó, en el marco de una cena de gala en el Palau Sant Jordi de Barcelona, unos galardones para reconocer las mejores iniciativas empresariales catalanas del año.