Al visitar Paramaribo, la capital de Surinam, la mayoría de los turistas incluye en su itinerario un recorrido por la plaza central llamada "Onafhankelijkheidsplein".
Surinam se independizó de los Países Bajos el 25 de noviembre de 1975, y aún mantiene el neerlandés como idioma oficial. Este contexto cultural explica el nombre peculiar de la plaza principal.
En resumen, "Onafhankelijkheidsplein" se traduce al español como "Plaza de la Independencia".
Aunque la plaza Onafhankelijkheidsplein de Surinam no tiene una fecha de inauguración exacta, es indiscutiblemente uno de los lugares más emblemáticos y antiguos de la capital.
Rodeada de importantes edificios, este espacio verde ha sido escenario de reuniones, eventos, manifestaciones y otros acontecimientos que hoy forman parte de la historia de la nación.
En el pasado, la plaza fue conocida como Oranjeplein (Plaza Naranja) y Gouvernementsplein (Plaza del Gobierno), pero adquirió el nombre de Onafhankelijkheidsplein tras la independencia nacional, ocurrida hace casi 49 años.
La plaza Onafhankelijkheidsplein de Paramaribo se extiende con una gran área de césped y se encuentra cerca del río Surinam y del Palmentuin, una vasta plantación de palmeras.
Sin embargo, en medio de tanta naturaleza, la Plaza de la Independencia también está rodeada por importantes y destacadas edificaciones, entre las que se encuentran:
Como se ha mencionado, la plaza Onafhankelijkheidsplein ha cambiado de nombre en varias ocasiones. Recientemente, adquirió de manera extraoficial un nuevo nombre: Plaza de las Banderas.
Este cambio ocurrió el 24 de febrero de 2012, cuando en uno de sus extremos se inauguró un monumento que rinde homenaje y exhibe las banderas de todas las naciones que integran la Comunidad del Caribe.
Recordar y pronunciar un nombre extraño en un idioma que no es el propio puede ser una tarea ardua para cualquiera. Sin embargo, si se trata de una palabra especialmente larga, la labor puede volverse casi imposible.
Esto es lo que suelen experimentar quienes viajan a Porangahau, un pequeño pueblo de apenas 200 habitantes, situado a orillas del Pacífico en la costa este de Nueva Zelanda. La localidad, ubicada a unos 50 km de Waipukurau, la ciudad más grande de la zona, probablemente pasaría desapercibida para los turistas si no fuera por una peculiaridad: alberga el lugar con el nombre más largo e impronunciable del mundo.
Taumatawhakatangihangakoauauotamateaturipukakapikimaungahoronukupokaiwhenuakitanatahu. Es una colina de solo 305 metros de altura. Este nombre, famoso por su longitud y dificultad de pronunciación, ha hecho que el lugar se destaque a nivel mundial.