La familia Hinduja , conocida por su inmensa riqueza y poder, está nuevamente en el ojo del huracán. Esta vez, por un escándalo que sacudió las bases de su reputación y se ha convertido en noticia viral en las redes sociales. Los cuatro miembros principales de esta prominente familia han sido condenados por la explotación de sus empleados domésticos en su lujosa mansión ubicada en el exclusivo barrio de Cologny, en Ginebra. El tribunal de Ginebra condenó a Prakash Hinduja (78 años), y a su esposa Kamel (75 años), a cuatro años y medio de prisión. Su hijo Ajay (56 años), y su nuera Namrata (50 años), también recibieron una condena de cuatro años . Además, se les impuso una multa de 889.000 euros, una suma irrisoria en comparación con su vasta fortuna, estimada en 44.000 millones de euros. La sentencia llegó tras revelarse que los Hinduja pagaban a sus criados un salario que oscilaba entre 230 y 420 euros al mes, significativamente inferior al mínimo establecido en Suiza. Estos empleados, traídos de la India, trabajaban hasta 18 horas al día, siete días a la semana, sin días libres ni prestaciones adecuadas. Según la juez Sabina Mascotto , la familia se aprovechó de la precariedad y la vulnerabilidad de sus empleados, confiscando sus pasaportes y pagándoles cada tres o seis meses. La noticia del veredicto ha resonado en redes sociales, especialmente en Instagram, donde una publicación reveló un dato impactante: la f amilia Hinduja gastaba más en el cuidado de su perro que en el salario de sus empleados. Este detalle, compartido ampliamente, ha generado una ola de indignación y comentarios en contra de la familia. El fiscal Yves Bertossa destacó en su alegato final que, mientras una niñera recibía unos miserables 7,84 dólares diarios, el cuidado del perro de la familia costaba más de 9.000 francos suizos anuales. Este contraste ha desatado una tormenta de críticas, poniendo en evidencia la desproporción y la explotación a la que eran sometidos los empleados domésticos. A pesar de la abrumadora evidencia, la defensa de los Hinduja no negó los bajos salarios, pero argumentó que los empleados recibían también alojamiento y comida, lo que, según ellos, mejoraba su situación. Los abogados de la familia afirmaron que sus clientes trataban a los empleados con «dignidad y respeto» y que estos deberían estar agradecidos por tener un trabajo mejor que en su país de origen. Sin embargo, esta defensa no convenció al público ni al tribunal. El Grupo Hinduja , fundado en 1914, es un conglomerado global con intereses en diversos sectores, desde la banca hasta la energía, empleando a más de 200.000 personas en todo el mundo. La familia ha acumulado propiedades de gran valor, incluyendo el histórico Hotel Raffles en Londres y parte del Carlton House Terrace . Sin embargo, este reciente escándalo ha puesto en duda la ética y las prácticas laborales de uno de los clanes más influyentes del Reino Unido. El veredicto del tribunal suizo marca un hito en la lucha contra la explotación laboral y resalta las profundas desigualdades que aún persisten en el mundo. Mientras los Hinduja enfrentan las consecuencias legales de sus acciones, el caso sigue generando debates y reflexión sobre el trato justo y humano a los empleados, independientemente de su origen o situación económica.