A principios de los años 70, el fotógrafo David Goldblatt publicó un anuncio por palabras donde decía «Me gustaría fotografiar gratis a personas en sus casas… Sin segundas intenciones». Sin duda alguna mentía porque el fotógrafo hizo testigo al mundo, que miraba para otro lado, de la denigrante política de Sudáfrica: de un apartheid y de brutales políticas segregacionistas a finales del siglo XX y principios del siglo XXI.