Cuando llega el verano muchos solo piensan en tener tiempo libre para ir a remojarse y capear el calor . Son especialmente perseguidos los lugares próximos a las playas puesto que para muchos un día a primera línea de mar es uno de los planes predilectos pero lo cierto es que los baños no se acaban en la costa. En este sentido, Cataluña tiene la suerte de tener con un territorio variado con playas de nivel pero también montañas de ensueño y parques naturales de primera categoría y en estos segundos destinos suele abundar el agua también. Aunque es obvio que la sequía se ha notado , y este año hay ríos menos llenos (y menos practicables para el baño), la comunidad tiene, como auténticos tesoros escondidos, pozas y 'gorgs' con imponentes cascadas. Por lo general, suele ocurrir que estos planes refrescantes son menos conocidos que una escapada a la Costa Brava o Dorada, y que básicamente son zonas frecuentadas por los locales o por los afortunados que las conocen. Hace un año Uri , el 'tiktoker' que protagoniza la cuenta @oriol_mountaineer , mostró a sus seguidores uno de estos rincones inbreíbles que esconde Cataluña y el vídeo vuelve a viralizarse ahora que ha regresado el calor. Uri daba a conocer a través de su TikTok el Gorg Blau y el Salt del Brull , en Sant Aniol d'Aguja (Gerona), una poza con una cascada y agua cristalina y de colores turquesas. Él mismo se lanzaba al agua de cabeza y se daba un baño en un paraje de ensueño del que destacaba, entre otros aspectos, la ausencia de más personas. «Creo que no tengo que deciros que vayáis pronto para evitar gente », avisaba Uri en su cuenta. El Salt del Brull, como comenta él mismo, está un poco más arriba del gorg pero también tiene menos agua. Uri, que especificaba que hay un aparcamiento en la zona, recordaba que «está regulado con un límite de plazas al día y por un 'módico' pago». El Gorg se encuentra en Motagut i Oix, muy cerca de Sadernes, una zona muy conocida por los amantes de la escalada y el barranquismo. La zona tiene en uno de sus atractivos esta agradable ruta que acaba en el Gorg y que pasa por puentes colgantes y permite conocer la ermita románica de Sant Aniol d'Aguja , que data del siglo XI. La ruta, de unos 15 kilómetros y que puede hacerse con un mínimo de unas 3 horas, cuenta con un acceso regulado por el Consorci de la Alta Garrotxa (a quien hay que reservar plaza en buena parte del año por su afluencia de gente) y arranca precisamente desde Sadernes. Allí se puede dejar el coche en un aparcamiento público cercano al camping que tiene el municipio, aunque tiene restricciones de horarios. Pasado precisamente el camping hay que seguir andando por un camino señalizado que irá, en primer lugar, hasta el puente de piedra d'en Valentí. Allí el camino queda bifurcado y quienes quieran llegar al Gorg tiene que seguir la senda paralela al río, que llevará a los caminantes a la presa del Gomarell, muy próxima a la ermita de Sant Aniol. Una vez llegado allí solo hace falta continuar en el camino y se llegará al Gorg Blau y el Salt del Brull. La vuelta se puede hacer por el mismo camino o la pista forestal de la zona. Los más atrevidos pueden volver por una tercera vía, una senda vertiginosa. En todo caso, la ruta normal no requiere de una gran técnica pero tiene una dificultad moderada por su distancia. Los interesados pueden ponerse en contacto con las oficinas de turismo de la zona para conocer de primera mano los detalles de la ruta.
