El descenso de la financiación en el ecosistema emprendedor ha sido una tendencia en todo el mundo y en España no ha sido una excepción. En 2023 la inversión en startups cayó un 43% hasta alcanzar los 2.254 millones de euros, aunque el promedio europeo fue algo peor, con una caída del 45%, según el informe Presente y Futuro del Emprendimiento realizado por el OBS Business School.
Algunos fondos de inversión y startups han hecho balance de los nuevos modos de financiación alternativos que han aflorado en los últimos tiempos. Íñigo Lucirica, Investment Manager de Samaipata VC, sostiene que en los últimos años ha visto emerger productos variados para la financiación de startups más allá del capital riesgo ofrecidos por entidades variadas como fintechs, fondos o bancos tradicionales. «El capital riesgo es una fuente de financiación cara y las startups canalizan actividades de menor riesgo que en ocasiones se pueden financiar con fuentes de capital alternativas», comenta Lucirica.
Jorge Dobón fundador de Demium explica que «algunas startups están optando por el venture debt, lo que les permite obtener financiación sin diluir su participación inicial y se realiza a través de entidades diferentes a las firmas especializadas en venture capital».
Verónica Trapa, General Partner de Swanlaab VF aporta una visión positiva sobre la búsqueda alternativa de financiación: «No todas las startups tienen perfiles de negocio bien alineados con los intereses de un fondo de Venture Capital, y buscar la forma óptima de financiar el negocio es una de las tareas clave de los emprendedores. Herramientas de financiación no dilutivas de cualquier tipo (grants, subvenciones…) o no tan onerosas, o un mix adecuado de ellas, puede ser para muchas startups la mejor opción».
Mientras que entre las startups que recurren a la captación de financiación, hay distintos puntos de vista. Antonio Duarte, fundador de Toteemi, cuenta que ha recurrido a diversos canales financieros. La startup se fundó con un pequeño grupo de family&friends. «Hemos realizado varias rondas de financiación, pero éstas siempre fueron de nuestro entorno más cercano», explica. Actualmente, su apuesta va por la vía del crowdfunding. «Es una manera inmejorable de conseguir hacer partícipe a tu comunidad», remarca.
Otro caso distinto, es el de la edtech BCAS, que acaba de levantar una ronda de 17 millones de euros, 15 de ellos obtenidos en deuda tradicional y 2 millones en venture debt. «El venture debt es una opción relativamente nueva que permite a las startups de lending financiarse en sus primeras etapas. Antes de esta forma de financiación, las startups solo podían obtener capital mediante equity, lo cual resultaba excesivamente caro», explica su fundador Bosco González del Valle.
Lula de León de Leemons explica cómo su startup gestionó su última ronda de financiación en dos tramos y un fondo del segundo tramo se retiró, dejando un espacio libre. «Al ofrecer este ticket en el mercado nuevamente, recibimos mucha atención, y los Impact Angels fueron los primeros en dar luz verde», cuenta.