Más de un año después de publicada la Ley 31749 , que reconoce la pesca tradicional ancestral y la pesca tradicional artesanal e impulsa su preservación dentro de las 5 millas, el Ministerio de la Producción (Produce) estaría ad portas de publicar un reglamento parcial que avala “nuevas ventanas de penetración en favor de embarcaciones pseudo-artesanales” que destruyen la franja costera con redes de cerco mecanizadas, según gremios del sector.
El reglamento de la también denominada Ley de las 5 millas debió estar listo en agosto del año pasado. Por este motivo, el 24 de junio del presente se llevó a cabo una audiencia ante el Poder Judicial por la demanda que presentó La Red por la Pesca Artesanal Sostenible contra Produce, en reclamo al incumplimiento de la promulgación. El ministerio argumentó haber remitido a su par de Cultura el documento para su visto bueno.
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Sin embargo, cinco días atrás el director general de Políticas y Análisis Regulatorio de Pesca y Acuicultura, Ricardo Herbozo, le había revelado a la congresista Janet Rivas que la publicación sería solo parcial, pues los cambios a los artículos 20 y 33, referidos a la capacidad de bodega, se darían recién en noviembre. Los hombres de mar consideran esto un “doble discurso” y alistan una marcha nacional.
“Publicar este reglamento incompleto sería inaceptable. Las modificaciones a los artículos 20 y 33 del reglamento de la nueva Ley General de Pesca son esenciales para proteger la pesca artesanal y evitar la competencia desleal y la sobreexplotación de recursos marinos”, señaló la congresista Rivas.
La controversia pasa porque estos dos artículos flexibilizan el límite de 32,6 m³ de bodega para ser llamado “artesanal”.
Sucede que, si bien la ley dejará al margen a los barcos industriales en las primeras 5 millas del mar de Grau, también permitirá la pesca en las primeras 3 de la llamada “flota artesanal de cerco”, previo informe del Imarpe. Para los verdaderos pescadores artesanales, se trata de una nueva “ventana de penetración”.
El exsecretario general del Sindicato Único de Pescadores Artesanales y Buzos Civiles del Puerto de Ilo (SUPABCPI), Isaac Tapia, explica que existen embarcaciones “artesanales” con capacidad de carga de entre 50 y 80 toneladas que obtienen un “doble permiso” para capturar anchoveta, como caballa, jurel, y bonito, entre otras especies.
Tapia explica que las embarcaciones en discordia tendrían una oportunidad para ingresar a las 3 millas si cambian sus redes de cerco por aparejos más selectivos y modernos. Caso contrario, el daño sobre el suelo marino “sería muy similar al de los industriales”.
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“Le hemos ganado las primeras 5 millas a la flota industrial, pero no a los mal llamados artesanales. La historia nos ha demostrado que las embarcaciones de cerco pequeñas también causan un impacto negativo”, asegura el exdirigente.
Por su parte, los pescadores artesanales de la región Macrosur han “responsabilizado” a las autoridades por cualquier daño biológico en el litoral. En este sentido, han demandado una “promulgación completa que haga justicia con los recursos pesqueros”, bajo las directrices de la ley aprobada por unanimidad por el Congreso y oficializada por la propia presidenta Dina Boluarte. Produce decidió no participar en la publicación de esta nota.
Ayer, en vísperas del Día del Pescador, el Ministerio de Cultura declaró como Patrimonio Cultural de la Nación a las manifestaciones culturales de la pesca tradicional ancestral en el litoral de Lima y del norte del país.
Esta dos declaratorias se suman a las otras expresiones vinculadas con la pesca ancestral tradicional que ya han sido declaradas Patrimonio de la Nación, como es el caso del “Caballito de Totora”, entre otros.
