«Un gol que puede cambiar la vida. Cabeza, corazón y piernas. Los hinchas ahora creen en Italia». Como pone de manifesto 'La Gazzetta dello Sport', el agónico gol anotado por Mattia Zaccagni para tumbar a Croacia ha supuesto un chute anímico para la 'azurra', sin grandes nombres, pero a la que nunca conviene dar por muerta hasta verla sepultada. De quedar fuera de combate, la vigente campeona ahora sueña a lo grande . De sufrir para remontar ante Albania, ser arrollada por una gran España e igualar en el 90+8 ante la selección ajedrezada, a verse transitar el grupo de Luciano Spalletti por la parte menos complicada del cuadro, donde la teoría dice que debería superar este sábado a Suiza en el duelo que abre los octavos en Berlín y, si gana, se mediría a Inglaterra en cuartos de final. «Los jugadores han pasado página. Ahora el cielo es el límite », describe el entrenador y analista Cesare Prandelli para definir la situación de los transalpinos en vísperas de un duelo ante Suiza con cuentas pendientes. En la pasada edición, el equipo dirigido por Roberto Mancini despachó por 3-0 a los helvéticos en la segunda jornada del grupo A y presentó su firme candidatura a obtener el título, logrado de hecho en la final de Wembley ante Inglaterra por penaltis. Pero el 'Schweizer Nati' (equipo nacional suizo) también trae malos recuerdos a los 'azzurri', que no lograron clasificarse para el Mundial de Catar tras dos empates en los duelos directos. Jorginho , en particular, falló un penalti en cada uno de los dos partidos, jugados en Basilea y Roma. Italia quedó relegada a la repesca, donde perdió de forma sorprendente ante Macedonia del Norte y se quedó fuera de la segunda Copa del Mundo consecutiva. Un drama en un país con tanta tradición y títulos. Hubo hasta sorna por parte de los suizos, que recuerdan una anécdota. En un partido posterior, apareció en el estadio una pancarta que mostraba el logo del famoso buscador Google y la frase «Italy World Cup Qatar 2022» (Italia Copa del Mundo Catar 2022), pero justo debajo aparecía la leyenda «Did you mean Switzerland?» (¿quisiste decir Suiza?). Los italianos, que para esta cita pierden por sanción al central Calafiori, tienen a Bastoni griposo y a Dimarco renqueante, son orgullosos y quieren desquitarse. Se trata casi de un derbi , ya que las estadísticas recogen nada menos que 61 enfrentamientos entre estos vecinos, con notable ventaja histórica para Italia tras 29 victorias, 24 empates, 8 derrotas, 111 goles a favor y 68 en contra. El multiétnico combinado que ahora conduce Murat Yakin , suizo de origen turco y hermano de otro histórico como Hakan Yakin , lleva años siendo competitivo, con muchos de sus jugadores repartidos por la Bundesliga y la Serie A. «Los italianos son peligrosos porque pueden jugar de diferentes formas y son impredecibles, pero nos fijamos en nosotros. Este partido representa un gran desafío. El reto es limitar las fortalezas del rival y aprovechar sus debilidades », sostiene el seleccionador de los centroeuropeos, al que se le pide repetir los cuartos de final alcanzados en el último torneo, el mejor resultado histórico de Suiza en las Eurocopas . Hasta el momento, Suiza ha ofrecido mejores sensaciones que Italia . Avanzó cómodamente en el grupo A, se mantuvo invicta e incluso estuvo cerca de terminar por encima de Alemania, pero un gol de Niclas Füllkrug en el tiempo de descuento para los anfitriones los dejó como segundos clasificados. Es un bloque experimentado y bien organizado que no se deja intimidar por nadie. «El primer paso ya está dado», sostiene el capitán Granit Xhaka . «Estamos ansiosos por la próxima ronda y nuestro próximo rival. Espero que ahora todos tengan un poco más de respeto por Suiza» añade en tono desafiante. En Italia, autora solo de tres goles en tres partidos, exigen más a los delanteros Scamacca y Retegui, que aún no se han estrenado. Todo apunta a que será titular el talentoso Federico Chiesa, a quien las lesiones le han maltratado, en lugar del punta argentino-italiano del Génova.
