La ley Bases está, el cepo y el Banco Central también. La señal que comenzó a dar temprano el presidente Javier Milei, durante una entrevista televisiva, terminó de confirmarse al caer la tarde con la conferencia de prensa brindada por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el titular del BCRA, Santiago Bausili.
La decisión del Gobierno es sanear a la autoridad monetaria y mientras ello se concrete, el cepo cambiario seguirá vivito y coleando. Igual que el Banco Central, que lejos se ve hoy de la desaparición anunciada en reiteradas ocasiones por el jefe de Estado. Por el contrario, los anuncios formulados en el Palacio Hacienda ponen al BCRA, según palabras de Caputo, en línea con un banco central "normal".
Para ello, decidió, inclusive, cargar en el Tesoro con el costo de los pasivos remunerados que complican las cuentas del Central, de manera de cerrar una canilla de emisión para el pago de intereses.
Ahora, con la ley Bases y el paquete fiscal aprobado por el Congreso, Economía buscará cubrir ese pago con los mayores ingresos tributarios esperados. Y, de no ser suficiente, con un ajuste adicional en el gasto. En definitiva, usará el superávit fiscal para limpiar las cuentas del BCRA pero con la obligación de no caer en un déficit que lo llevaría a volver a emitir, algo que deberá seguir haciendo para comprar dólares si quiere robustecer las reservas.
Mientras tanto, el Central fijará la tasa de política monetaria con el cupón flotante que pagará la letra de regulación monetaria que colocará el Tesoro a los bancos.
Además, evitará una fuerte devaluación y perderá reservas durante el invierno por la compra de energía, pero sostendrá el crawling peg del 2% mensual, el dólar blend para el campo (80% al oficial y 20% al CCL) y el cepo cambiario, que no caerá hasta una tercera etapa del plan que recién entra en la segunda. Con déficit fiscal cero, emisión cero, BCRA fortalecido y cepo en lista de espera.