En el siglo XVI, la Iglesia castigaba severamente las prácticas sexuales no reproductivas. Las mujeres eran especialmente oprimidas, aunque algunas cortesanas italianas disfrutaban de mayor libertad y cultura. La censura incluía métodos anticonceptivos, mientras el arte y la literatura comenzaban a explorar el erotismo.
En el siglo XVI se censuraban los métodos anticonceptivos y el aborto, pero los manuales médicos recogían técnicas para prevenir embarazos en las mujeres que mantenían relaciones ilegítimas, entre ellas el coitus interruptus o “favorecer la pérdida del feto”.]]>