Las autoridades australianas han emitido una alerta de retirada de una marca de gominolas con «hongos» , citando cinco hospitalizaciones y síntomas que incluyen «alucinaciones perturbadoras». Las chucherías de hongos del tío Frog se vendieron en dos versiones: hongos melena de león que afirmaban ayudar a la «memoria y la concentración» o hongos cordyceps que ofrecían «energía y poder». Los paquetes prometen «mejorar su día», pero también dicen que han sido «infundidos con el mejor cáñamo de la Tierra». Se están retirando del mercado porque tanto el cordyceps como la melena de león son «ingredientes alimentarios novedosos no aprobados », según ha afirmado Food Standards Australia y Nueva Zelanda. Al menos cinco personas han sido hospitalizadas después de comer gominolas en el estado oriental de Nueva Gales del Sur, ha manifestado este miércoles el director de salud del estado en un comunicado. Los síntomas incluían «alucinaciones perturbadoras», «somnolencia o pérdida del conocimiento» y «actividad similar a convulsiones y movimientos involuntarios como contracciones de brazos y piernas, movimientos oculares». «Se están realizando investigaciones sobre el contenido de estos productos. Recomendamos encarecidamente que la gente no los consuma », ha dicho el director médico del centro de información sobre venenos del estado, Darren Roberts. La autoridad de normas alimentarias ha señalado que Oz Brands Pty Ltd había emitido la retirada de estos alimentos . No obstante, no está claro qué cantidad del producto se había vendido. El sitio web de la empresa estaba fuera de línea y su página de Facebook solo tenía un mensaje: «Actualmente hemos detenido las ventas permanentemente». Una mujer de Perth, Laura Jones, ha manifestado a la emisora nacional ABC que compró gominolas online para tratar su ansiedad. «Fue un poco extraño porque ocho costaban 50 dólares australianos (33 dólares estadounidenses), por lo que era bastante caro», ha indicado. «Tuve que ser trasladada en ambulancia al hospital. Tenía taquicardia y mi frecuencia cardíaca era de 160». «Fue la cosa más extraña que jamás había experimentado. Me sentí realmente fuera de mi cuerpo y perdí mi memoria a corto plazo. Era una sensación de perdición inminente», ha detallado.