No me soples la oreja, que te quedan dos telediarios. En el Palau aseguran que
Willy Hernángomez, a los pocos meses de empezar la temporada, le espetó una frase así al entrenador.
Roger Grimau sobrevivió muchos más telediarios y
Laporta le sostuvo hasta final de temporada, pero
Willy gozó de menos minutos de partido de los que la fanfarria de su fichaje, su currículum y su sueldo hacían presagiar. Nada tuvo que ver con este incidente, arreglado en el vestuario. Seguramente que sus desajustes defensivos, su irregularidad bajo canasta ajena y el porcentaje paupérrimo de tiros libres hizo que un
Jan Vesely pletórico tuviese mucho más protagonismo que
Willy.
Seguir leyendo...