En una España convulsionada por problemas tan urgentes, en medio de una crisis institucional nunca vista, todos los días vemos un espectáculo de distracción diferente. Al ser producciones diarias se reconoce el esfuerzo de la actual clase política en el mercado del entretenimiento. Tal como pasa con las películas, estos shows diarios que invaden todos los medios e influyen en el humor social, se dividen por género. Del drama y la acción se encarga el jefe, otro día es comedia con la Yoli, hoy romance con Pablo e Irene, violencia extrema con Mr. Bridge, risas con el gordo Koldo, ...