[[LINK:EXTERNO|||https://www.larazon.es/cultura/20211208/l4o63utlffdvxlry2kdnypt75q.html|||Catalina de Rusia, «La Grande»]], siempre despierta curiosidad. No deja de tener interés la vida y hechos consumados de aquella princesa alemana que llegó a convertirse en zarina rusa después de deponer a su propio marido, Pedro III. Mujer de armas tomar, literalmente, en la vida de la zarina, de largo y prolífico reinado, se cruzaron muchos hombres a los que amó y obsequió generosamente. Uno de ellos fue José de Ribas, un noble de origen español, almirante de la armada imperial rusa, que llegaría a fundar la espléndida ciudad de Odesa, con el objeto de recrear el Nápoles que le vio nacer.
Era hijo de un noble catalán destinado en aquel reino italiano, del cual heredó sus habilidades diplomáticas y el talento para el urbanismo. Cruz Sánchez de Lara rememora la historia de Ribas en la corte de Catalina, su inflamada (e interesada) relación es narrada con pulso igualmente ardiente en la novela «En la corte de la Zarina» (Ed. Espasa). Un relato revelador que dibuja con trazo tan enérgico como pulcro a unos personajes excesivos y entregados que convirtieron la corte rusa en un espléndido territorio de sueños ilustrados, solaz erótico, alianzas e intrigas, guerras inciertas y proyectos grandiosos, como convertir unos andurriales insignificantes en un gran puerto, hoy una de las ciudades más importantes de la Ucrania devastada por una guerra desatinada, insufriblemente larga y feroz…
De Ribas fue un hombre de talla poco considerable en lo físico, pero de ambición y capacidades poderosas. Ingeniero, militar y estratega, también fue consejero prudente y amante solícito. Así lo detalla la autora de esta novela sugerente que incide en el placer –un gusto muy contemporáneo– de recrear las vidas de personajes cruciales del pasado, a los que no siempre se les ha otorgado la relevancia histórica que ameritan.