La década de los setenta fue un período de grandes cambios sanitarios, tanto institucionales como en políticas públicas. Durante esos años, se consolidó el sistema nacional de salud, se amplió la cobertura y la calidad de los servicios, y se fortaleció la atención primaria y la prevención de enfermedades mediante vacunas. También se pusieron en funcionamiento medidas generales como el agua potable y se afrontaron nuevos retos derivados de la transición demográfica y epidemiológica.
Uno de los aspectos más relevantes del sector de la salud en la década de los setenta fue la consolidación del sistema nacional, que se inició 10 años antes con la creación de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el Ministerio de Salud. Se basaba en el principio de la seguridad social, garantizando el acceso universal y equitativo a los servicios de salud para todos los habitantes mediante las contribuciones solidarias de trabajadores, empleadores y el Estado.
El sistema también se caracterizaba por la integración vertical y horizontal de los servicios, organizados en tres niveles: el primero, conformado por las unidades básicas de salud, brindaba atención primaria y preventiva; el segundo, integrado por hospitales regionales y periféricos, ofrecía atención secundaria y especializada; y el tercero, compuesto por hospitales nacionales, proveía atención terciaria y de mayor complejidad.
El sistema experimentó una serie de reformas destinadas a mejorar la eficiencia, calidad y equidad de los servicios. Entre las principales, destacan la creación del Fondo Nacional de Salud en 1973, unificando el financiamiento y la administración de los recursos del sector; el Plan Nacional de Salud en 1975, que estableció prioridades y metas sanitarias para el período 1975-1980; la ampliación de la red de servicios, especialmente en zonas rurales y marginales, mediante la construcción de nuevos centros de salud y hospitales; la inclusión de nuevos grupos de población en el régimen de seguridad social, como trabajadores independientes, campesinos, indígenas y desempleados; y la promoción de la participación comunitaria y educación sanitaria a través de programas como el de Agentes Comunitarios de Salud (ACS) y Escuelas Saludables.
El sector de la salud en la década de los setenta fue escenario de transformaciones que se manifestaron en la consolidación y reforma del sistema nacional de salud, avances en salud pública y los desafíos y limitaciones que surgieron.
Estos cambios tuvieron un impacto significativo en el bienestar y sentaron las bases para el desarrollo posterior. Por eso, Costa Rica necesita revisar el estado actual del sector de la salud para organizarse como se hizo en aquella época.
El autor es pediatra infectólogo.
