Las estadísticas son reveladoras sobre el estado económico de Costa Rica y su progreso hacia los objetivos de desarrollo sostenible (ODS). Según el último informe, publicado el 16 de junio, Costa Rica se encuentra en el puesto 59 de 167 países, con una puntuación de 72,9 y en el quinto lugar en América Latina y el Caribe.
Aunque la puntuación está ligeramente por debajo del promedio regional de 77,2, refleja un desempeño general positivo en la consecución de los ODS. Sin embargo, un análisis detallado del desempeño por cada objetivo revela una mezcla de avances y desafíos significativos que el país debe superar para alcanzar una sostenibilidad integral.
En erradicación de la pobreza (ODS 1) y la acción por el clima (ODS 13), el desempeño es destacado, con puntuaciones de 96 y 93 respectivamente. Los resultados reflejan mejoras moderadas y son motivo de optimismo.
Políticas eficaces están contribuyendo a reducir la pobreza y a mitigar el cambio climático, lo cual coloca al país como líder en estas áreas en la región. No obstante, la situación es alarmante en lo que respecta a otros objetivos cruciales.
El desempeño en hambre cero (ODS 2) y reducción de las desigualdades (ODS 10) es preocupantemente bajo, con puntuaciones de 50 y 22, respectivamente. La tendencia al estancamiento subraya la urgencia de estrategias para tratar estos problemas.
Los valores bajos en el ODS 2 se deben principalmente a la prevalencia de obesidad en el 32,4% de la población adulta y a un nivel trófico humano alto, que indica una mayor dependencia de alimentos de origen animal.
En cuanto a la reducción de las desigualdades, mantenemos un coeficiente de Gini de 47,2 sin cambios, lo cual refleja una desigualdad considerable. Además, con una proporción de Palma de 2,7, la desigualdad se mantiene elevada, ya que el 10% más rico está captando una proporción mucho mayor de los ingresos totales en comparación con el 40% más pobre.
En cuanto a la salud (ODS 3), la educación (ODS 4) y la igualdad de género (ODS 5), Costa Rica muestra mejoras moderadas, con puntuaciones de 88, 86 y 80, respectivamente. Sin embargo, persisten retos en servicios de salud, la calidad educativa y la equidad de género, por lo tanto, el país necesita redoblar sus esfuerzos para garantizar el bienestar y el desarrollo integral de su población.
Es destacable que el objetivo de energía asequible y no contaminante (ODS 7) sea uno de los pocos alcanzados con una tendencia positiva, con una puntuación de 86. Los esfuerzos por promover fuentes de energía sostenibles y accesibles sirven como modelo para otras naciones.
Por otro lado, el desempeño en vida de ecosistemas terrestres (ODS 15), industria, innovación e infraestructura (ODS 9) y vida submarina (ODS 14) es considerablemente bajo, con puntuaciones de 64, 57 y 56, respectivamente. Es donde se enfrentan desafíos mayores y una preocupante falta de progreso, lo que subraya la necesidad de intervenciones urgentes y sostenidas para preservar la biodiversidad y fomentar el desarrollo industrial sostenible.
Las bajas puntuaciones en el ODS 15 se deben a que solo el 42,7% del área media protegida en sitios de agua dulce esenciales para la biodiversidad es insuficiente, con una tendencia estancada en la expansión de áreas protegidas. El índice de la lista roja de supervivencia de especies es de 0,84, por ende, la supervivencia de las especies está amenazada.
En cuanto al ODS 9, el gasto en investigación y desarrollo (porcentaje del PIB) es de solo 0,3%, muestra de una inversión limitada en innovación y avances tecnológicos, cuya tendencia es decreciente.
La cantidad de investigadores por cada 1.000 personas empleadas es de apenas 1, a causa de una infraestructura de investigación débil. La ausencia de familias de patentes triádicas presentadas indica producción de innovación a la baja.
En el ODS 14, el 36,6% de los peces capturados proviene de stocks sobreexplotados o colapsados, lo cual es una manifestación de prácticas pesqueras insostenibles, y el 67% de los peces capturados son descartados por ineficiencia y desperdicio.
Aunque Costa Rica ha logrado avances notables en algunos ODS, la mayoría enfrenta desafíos relevantes y una tendencia hacia el estancamiento.
Para cumplir con los objetivos globales es imperativo que el país intensifique sus esfuerzos y diseñe estrategias innovadoras y eficaces. La sostenibilidad no es solo una meta a largo plazo, sino también una necesidad urgente para garantizar el bienestar de las generaciones presentes y futuras.
Costa Rica tiene el potencial y la capacidad para liderar este camino, pero se requiere un compromiso firme y acciones decisivas.
El autor es investigador del Catie y fue presidente del Consejo Científico de Cambio Climático de Costa Rica.
