A solo una hora de Madrid, el embalse de Bolarque se erige como el destino perfecto para escapar del sofocante calor del verano. Este remanso de agua dulce, ubicado en la provincia de Guadalajara, ofrece una escapada idílica donde se pueden disfrutar diversas actividades acuáticas, como el kayak y los baños refrescantes en su playa fluvial. Parte del conocido «Mar de Castilla», el embalse de Bolarque se encuentra junto a otros embalses como Almoguera, Entrepeñas, Estremera y Zorita, todos ellos prometiendo una experiencia única en pleno corazón de Guadalajara.
Las aguas cristalinas del embalse de Bolarque, sus arenas blancas y la proximidad de los pinos hasta la orilla, lo convierten en un destino imprescindible para los meses de verano. Este lugar ofrece todo lo necesario para que tanto mayores como pequeños disfruten de un día perfecto, incluyendo un chiringuito, merenderos y un club náutico. Aquí, es fácil cambiar el azul del Mediterráneo por el verde esmeralda del embalse, sin echar de menos el mar en absoluto.
El embalse de Bolarque, aunque requiere el pago de una entrada, se ha convertido en una alternativa muy popular cerca de Madrid. Su apertura a principios de junio marca el inicio de una temporada veraniega que promete ser excepcional. A diferencia de una playa convencional, Bolarque ofrece agua dulce y sombras naturales gracias a sus extensos pinares.
Las generosas dimensiones del embalse atraen tanto a excursionistas de un día como a aquellos que buscan una experiencia más tranquila. Durante el verano, hay servicios como chiringuitos y alquiler de kayaks, ideales para descubrir áreas como la cueva de las tortugas, conocida por sus habitantes acuáticos.
Además de las actividades acuáticas, Bolarque es un lugar estupendo para el senderismo. Una ruta popular lleva a un mirador desde donde se puede apreciar la confluencia del río Tajo y el Guadiela, una vista espectacular que muchos disfrutan con prismáticos para observar los detalles del paisaje.
La zona de playa ofrece todas las comodidades necesarias, aunque se cobra una entrada de 10 euros. Los niños menores de 3 años entran gratis y no se permite la entrada de mascotas. Este coste cubre el mantenimiento de las instalaciones, la limpieza del área y la presencia de socorristas. Hay vestuarios, baños y un área de merendero con mesas de piedra.
La zona de arena es espaciosa, facilitando el acceso al agua desde la orilla o a través de escaleras que conducen desde una zona de cemento para quienes prefieren evitar la arena. El agua, de color verde, generalmente no tiene corrientes fuertes, pero es importante vigilar siempre a los niños pequeños.
Además, se pueden alquilar hidropedales o kayaks. Esto permite explorar los rincones del embalse y acercarse a lugares como la cueva de la Tortuga. También se ofrecen otras actividades náuticas, como catamaranes o paseos en lancha, desde el puerto deportivo del embalse, aunque se recomienda reservar con antelación.
En el límite entre las provincias de Cuenca y Guadalajara, en un paisaje enmarcado por montañas y rodeado de densos bosques, se sitúa el punto de encuentro de los ríos Guadiela y Tajo. Este sitio está ubicado aproximadamente a 100 kilómetros de Madrid, lo que equivale a una hora y media en coche, y a 65 kilómetros de Guadalajara. Para llegar allí, es necesario dirigirse a la localidad de Almonacid de Zorita, donde está claramente señalizado el acceso. También se puede acceder desde Albalate de Zorita, que se encuentra a unos pocos kilómetros de distancia.
Además del embalse de Bolarque, los alrededores de Madrid ofrecen otras opciones estupendas para huir del calor y del bullicio de la ciudad este verano. El pantano de San Juan, ubicado a 70 kilómetros al suroeste de Madrid, ofrece 14 kilómetros de costa. La playa Virgen de la Nueva destaca por ser una de las más populares para el baño, especialmente desde que obtuvo la prestigiosa bandera azul en mayo de 2018. Para quienes prefieren lugares más tranquilos, la Lancha del Yelmo, en la orilla opuesta del pantano de San Juan, ofrece calas escondidas con planchas de granito que llegan hasta el agua, creando espacios de paz y serenidad.
En cuanto a las presillas de Rascafría, situadas en el valle de El Paular, son conocidas por sus piscinas naturales en el cauce del río Lozoya, rodeadas de amplias praderas verdes y con vistas espectaculares del pico Peñalara. Es un destino ideal para hacer picnic en familia o con amigos durante los meses de verano en la Comunidad de Madrid, así como para relajados paseos durante el resto del año.
El acceso a las presillas es libre y gratuito, aunque el aparcamiento tiene un coste de 9 euros para coches, 4 euros para motos y 30 euros para autobuses. Es importante mantener la limpieza y hacer buen uso de las instalaciones, disponiendo de papeleras y contenedores de vidrio en todo el recinto para facilitar el cuidado del entorno natural.
En resumen, el embalse de Bolarque y otros parajes naturales cercanos a Madrid ofrecen alternativas perfectas para disfrutar del verano, combinando belleza natural, actividades recreativas y tranquilidad.
