El Centro Histórico de Lima anda a oscuras. Después de que la gestión de Rafael López Aliaga haya pasado por cuestionables decisiones, como el despido masivo de trabajadores de limpieza en la ciudad, lo que ha dado como consecuencia que distintos puntos se hayan visto invadidos por montículos de basura, ahora las luces del Centro de Lima se apagan: la Defensoría del Pueblo ha detectado que 6 puntos centrales del Cercado de Lima no cuentan con iluminación pública, haciendo de estos espacios lugares idóneos para robos y otros peligros a los que los ciudadanos se ven expuestos.
La inspección se realizó gracias a la oficina de la Defensoría del Pueblo en Lima, que dirigió la supervisión nocturna por distintos puntos del Centro Histórico. El resultado fue que en estas cuadras, que tienen presencia de establecimientos públicos y comerciales, no existe el alumbrado público o es muy deficiente para el tipo de uso que la ciudadanía le da.
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En este entramado por la falta de iluminación en uno de los atractivos turísticos emblemáticos de Lima, también se encuentra involucrado Enel Perú S.A., organismo que se encarga de distribuir la luz en la ciudad. La Defensoría del Pueblo señala que la empresa Enel debe garantizar el alumbrado público en las zonas concesionadas.
Uno de los puntos críticos que encontró la Defensoría del Pueblo es la cuadra 3 del jirón Azángaro, identificando que los faroles empotrados en la fachada de las fiscalías de familia, en el lado lateral que se ubica en el Centro Cultural de la Cancillería y otro en uno de los locales del Congreso, están inoperativos.
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También en la cuadra 2 del mismo jirón, se pueden encontrar problemas de iluminación. Algunos faroles no funcionan y otros están a punto de extinguirse, tintineando en las noches, hasta que se quemen.
Las cuadras 3 y 4 del jirón Junín sufren de lo mismo, solo que la oscuridad se condensa más en los callejones que se encuentran al lado del Ministerio de Economía y Finanzas, y el edificio Roberto Ramírez del Villar, que pertenece al Congreso de la República.
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El jirón Lampa tampoco se salva de estas deficiencias, específicamente en las cuadras 3 y 4, con cruce en el jirón Huallaga. Esta zona evidencia una falta de alumbrado público, ya que una farola está inoperativa. La Defensoría del Pueblo hace énfasis en el tramo donde se encuentra una sede del banco BCP y en el lado posterior de la Catedral de Lima. En esta cuadra se encuentran comerciantes, restaurantes, ventas de artesanías, sector textil, entre otros rubros. Estos establecimientos cierran sus negocios más temprano debido a la falta de luz en el lugar.
En la entrevista con los diversos comercios ubicados en el Centro de Lima, la Defensoría del Pueblo ha comunicado que los propietarios de estos establecimientos indican que la falta de luz viene de meses atrás, lo que los ha obligado a reducir su horario de atención.
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También, los propietarios señalan que la falta de luz en la zona estaría incrementando el robo, accidentes por caídas o tropiezos, y que algunos ciudadanos de valores negativos convierten el lugar en urinarios públicos. Sin embargo, otra situación más urgente y riesgosa es que, en las noches, personas en situación de indigencia van a buscar refugio en estas calles, por lo que encontrar un suelo totalmente contaminado y un lugar sin luz dificulta sus posibilidades de sobrevivir.
Luego de que los resultados de la verificación nocturna demostraran que el Centro de Lima necesita un mantenimiento lumínico, Estela Lozano, la jefa de la Oficina Defensorial de Lima, ha hecho un llamado a la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) y a Enel Perú para que realicen acciones inmediatas ante la falta de luminosidad en las calles del Centro Histórico.
