La pérdida de audición, además de afectar la capacidad de escuchar, puede tener repercusiones significativas en la salud física y mental de una persona.
Uno de los efectos que subrayan los especialistas es la demencia. Sin embargo, las consecuencias varían según la edad de las personas, de acuerdo al sitio web Alimente+.
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En los niños, la audición es crucial para el desarrollo del habla, el lenguaje, el rendimiento académico y el desarrollo social.
Manuel Gómez Serrano, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Puerta de Hierro, subraya que "tener una buena audición es fundamental para el desarrollo del habla y del lenguaje, para un rendimiento académico óptimo y un desarrollo social correcto".
Los niños con pérdida de audición pueden enfrentar desafíos significativos en el aprendizaje y la interacción social, lo que puede llevar a retrasos en su desarrollo general.
Por eso es imprescindible la detección temprana de problemas auditivos y el uso de dispositivos como audífonos o implantes cocleares, que pueden marcar una gran diferencia en el desarrollo de un niño.
La audición es fundamental para el desarrollo de los niños. (Foto: Freepik)
Para los adultos, la pérdida de audición puede convertirse en un estigma que afecta su vida laboral, social y emocional.
Según Gómez Serrano, "utilizar alguna ayuda auditiva o el simple hecho de no tener facilidad para comunicarse puede ser un estigma que identifique a la persona como alguien que no oye bien. Esto repercute en el empleo, la productividad, la salud emocional y, especialmente, la salud mental, favoreciendo el aislamiento, la depresión y la ansiedad".
Entre las herramientas que pueden brindar apoyo frente a esta problemática se pueden mencionar los dispositivos como audífonos; y la terapia, que puede ayudar a manejar el estrés y la ansiedad asociados con la pérdida de audición.
La pérdida de audición puede convertirse en un estigma en adultos. (Foto: Freepik)
Ajustar el ambiente laboral para mejorar la comunicación y la accesibilidad puede reducir el impacto negativo en la productividad y la autoestima.
En los adultos mayores, la pérdida de audición no solo incrementa el riesgo de aislamiento social, sino que también está asociada con un mayor riesgo de desarrollar demencia.
Un estudio publicado en The Lancet en diciembre de 2023 encontró que la discapacidad auditiva adquirida es un factor de riesgo independiente para la demencia, incluso cuando se consideran otras comorbilidades, factores sociodemográficos y de estilo de vida.
Actividades que estimulen el cerebro, como leer, resolver rompecabezas y participar en actividades sociales, pueden ayudar a mantener la función cognitiva. Mientras que, adaptar el hogar, es crucial para prevenir caídas y mejorar la accesibilidad puede proteger la salud física de las personas mayores.
