Aunque muchos hacen uso de los gadgets de audio, pocos los manipulan de forma responsable e ignoran las consecuencias de no asearlos debidamente. Te enseñamos.
Desde hace años, son varias las personas que usan audífonos para escuchar contenidos de una forma más privada e inmersiva. Aunque muchos hacen uso de los gadgets, sean alámbricos o inalámbricos, lo cierto es que pocos acostumbran a limpiarlos de forma adecuada y por lo mismo también desconocen los riesgos que se corren por manipularlos con suciedad incrustada. ¿Qué tipo de aseo es el correcto? Te contamos todo lo que debes saber al respecto.
Como tal, es importante precisar que las recomendaciones que te brindamos en las siguientes líneas aplican para todos los dispositivos de audio que se encuentran en el mercado y se diseñaron para incrustarse en los oídos. Sea cual sea la marca de tu gadget, toma nota y ten una experiencia de uso más higiénica.
En primer lugar, si tus audífonos tienen residuos de cerumen y suciedad, la acumulación excesiva de gérmenes puede ocasionar que sufras de una infección, como una otitis externa que te provoque dolores considerables en el canal auditivo. Asimismo, puedes presentar irritaciones o si es un dispositivo que otra persona ha utilizado, también podría contagiarte debido al tipo de contacto que se produce.
Asimismo, fuera de las eventuales complicaciones médicas, la suciedad se podría infiltrar en los componentes del audífono y dañaría los componentes internos. Por lo tanto, notarás complicaciones para vincular el gadget a tu teléfono o tendrás problemas para escuchar los contenidos, ya que se obstruyen las celdas.
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Si tienes unos dispositivos con gomas de silicona extraíbles, retíralos y límpialos de forma periódica. La recomendación en ese tipo de materiales es asearlos con agua y jabón, pero considera que debes frotarlos con suavidad para que no se rompan. Tras ello, podrás insertarlos nuevamente.
Para limpiar el cuerpo del equipo, debes apoyarte en un trapo de microfibra o una gamuza. Humedece el paño con alcohol isopropílico y frota las manchas para desinfectarlo (evita el alcohol médico o agua). Espera que el dispositivo se seque y en el caso de las zonas más escondidas o difíciles de tocar, utiliza cepillo con cerdas blandas o un hisopo que debes humectar con el mismo líquido. La opción también es de gran utilidad para cuidar el estuche de los auriculares.
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